Pesos pesados del narcotráfico internacional operaban desde Bolivia

Al menos tres capos vinculados al narcotráfico internacional se refugiaron, luego instalaron y operaban desde Bolivia. Se trata del uruguayo Sebastián Marset, el mexicano Héctor Gueta y el brasileño Lourival Máximo da Fonseca. Los dos últimos fueron capturados y luego extraditados a sus países respectivos.

El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, al momento de las capturas, destacó la labor de la Policía; sin embargo, fue también cuestionado porque los narcos ya estaban refugiados en el país por varios años, señala el informe elaborado por el diario Lostiempos de Bolivia.

En una entrevista con Canal 4 de Montevideo, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, dijo que “los dueños reales de la droga” en su país no son “uruguayos”, sino que “los grandes, los peces gordos, estarán en Colombia, en Paraguay, en Bolivia, en Europa”.

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El Gobierno boliviano informó que citó al embajador uruguayo en La Paz para expresarle su “rechazo categórico” a los dichos de Lacalle Pou. “La ministra de Relaciones Exteriores, Celinda Sosa, convocó al embajador de Uruguay, Fernando Daniel Alejandro Marr Merello, a fin de solicitar la aclaración del Gobierno uruguayo”, dijo la Cancillería boliviana en un comunicado.

Por su parte, el ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay, Jalil Rachid, subrayó que Uruguay no está “exento de responsabilidad” en el narcotráfico, y recordó que “la persona más buscada en todo el continente por tráfico internacional de drogas” es de nacionalidad uruguaya, en alusión a Sebastián Marset.

Narco-uruguayo

El “narcouruguayo” Sebastián Enrique Marset Cabrera se encontraba en Santa Cruz, escondido junto a su familia y operando con mafias italianas, organizaciones de Paraguay, Uruguay y otros países con vínculos de narcotráfico.

Sebastián Enrique Marset Cabrera es un narcotraficante de nacionalidad uruguaya, buscado en varios países, que se asentó en Bolivia, formó un equipo de fútbol y se fugó el 29 de julio sin dejar rastro de su nuevo paradero. El caso, por supuesto, dejó este año mal parado al Gobierno nacional.

El Mexicano

El mexicano y cabecilla de un cártel de Sinaloa, Héctor René Gueta Carrillo, se había refugiado en La Paz, creando vínculos con otros carteles y organizaciones criminales dedicados al narcotráfico con otros países. El Mexicano fue extraditado el 30 de noviembre al Perú.

El “narco”, detenido en Bolivia en marzo de 2022, estaba en la lista de las personas buscadas con “sello rojo” por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol). El hombre estaba vinculado con el cártel de Sinaloa, la organización criminal mexicana que controla el tráfico de la droga sintética de fentanilo. La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), en la población fronteriza de Desaguadero, a 90 kilómetros de La Paz, hizo el operativo y capturó al mexicano, por donde hacia transitar cargamentos de droga.

El Tião

El brasileño Lourival Máximo da Fonseca, alias el Tião, fue extraditado el 16 de febrero. La Policía lo identificó tras una balacera en un operativo en una hacienda en el municipio de San Ignacio de Velasco de Santa Cruz un día antes de su extradición. Tras su captura, sus antecedentes salieron a flote, conociéndose que en 2011 ya era considerado uno de los narcotraficantes brasileños más buscados en su país. Se conoció que Fonseca había abierto rutas al narcotráfico, operando desde Bolivia y con conexiones en Perú, Paraguay y Brasil.

Tenía la identidad de Sebastião Miranda Oliveira o Andres Gonçalves Oliveira, además tenía los apodos de Louro y Loro.