Tras el ataque estadounidense a instalaciones nucleares iraníes, China, Rusia y Pakistán solicitaron al Consejo de Seguridad de la ONU un cese inmediato de hostilidades. Según informaron la propuesta diplomática exige diálogo, respeto al derecho internacional y protección a civiles.
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Tres aliados de Irán en la ONU impulsan alto el fuego
China, Rusia y Pakistán presentaron este domingo un proyecto de resolución ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Solicitan “un alto al fuego inmediato e incondicional” entre Irán, Estados Unidos e Israel, en medio del nuevo conflicto armado.
El pedido se realizó después del ataque estadounidense contra las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz y Esfahan en Irán.
El embajador chino Fu Cong pidió también proteger a la población civil afectada por los enfrentamientos. Destacó que el texto promueve el respeto a la legalidad internacional y el retorno a las negociaciones diplomáticas.
Aclaró que la iniciativa aún no tiene fecha de votación y enfrenta el posible veto de Estados Unidos en el Consejo.
China, Rusia y Pakistán critican intervención de EE.UU.
Vasili Nebenzia, embajador ruso, condenó el ataque estadounidense sobre los sitios nucleares iraníes. Criticó que algunos países occidentales responsabilicen a Irán por el quiebre del proceso diplomático.
Acusó a las potencias europeas de ignorar los efectos devastadores de las bombas de gran calibre utilizadas. Además, calificó de cínico el discurso que promueve la vuelta al diálogo tras la ofensiva aérea.
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Ataque estadounidense reaviva tensiones globales
El presidente Donald Trump anunció el sábado que las instalaciones de Fordow, Natanz y Esfahan fueron “completamente destruidas”. Informó que el operativo se realizó en coordinación con el gobierno de Israel, su principal aliado en la región.
Es la primera vez en décadas que Estados Unidos ejecuta un ataque directo contra infraestructura nuclear iraní.
El ataque incluyó bombas penetrantes de alta potencia contra objetivos estratégicos iraníes. Generó reacciones inmediatas en organismos internacionales y renovó el riesgo de una escalada militar global.
Hasta el momento, ninguna potencia europea condenó abiertamente el bombardeo en el Consejo de Seguridad.
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