Cinco años después del impacto que dejó la pandemia del Covid-19; las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) siguen enfrentando desafíos estructurales. Aunque se avanzó en la formalización y acceso a crédito, referentes del sector alertan que gran parte de las compañías continúa en la informalidad.
Ante una nueva crisis, el resultado no sería muy distinto al del año 2020.
LEA MÁS: Herramientas digitales para Mipymes se lanzan este martes
Las mipymes representan al motor de la economía paraguaya, tanto por su aporte a la generación de empleo como por su dinamismo en la microeconomía. Sin embargo, su reconocimiento institucional es reciente. Hasta hace pocos años, su rol era subestimado y sus necesidades fuera del radar de las políticas públicas.
A finales del año 2019, el gobierno lanzó el programa “MiPYME COMPITE” para fortalecer la competitividad del sector. El plan fue financiado por la Unión Europea (UE) con 12 millones de euros.
Contó como aliados estratégicos al Ministerio de Industria y Comercio (MIC), la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), la Unión Industrial Paraguaya (UIP), el Banco Mundial (BM) y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI).
Efecto pandemia en las Mipymes
Pocos meses después, en marzo del 2020, se declaró la pandemia. La cuarentena total evidenció la fragilidad del sector: miles de mipymes quebraron o dejaron de operar, y quedó en evidencia su alto nivel de informalidad.
“El Estado no podía asistir a quienes ´no ve´, no los tenía registrados”, recordó Luis Tavella, presidente de la Federación Paraguaya de Mipymes (Mipymes). Miles de empresas no tenían el Registro Único del Contribuyente (RUC), ni inscripción del personal y menos aún, seguro social.
En ese entonces, MiPYME COMPITE permitió, entre otras cosas, dimensionar la magnitud del problema. Se elaboró un informe que identificó cuántas empresas estaban registradas, entre otros detalles, lo que sirvió de base para avanzar en los esfuerzos para atender a las compañías.
LEA ADEMÁS: Agricultura familiar y MIPYMES serán proveedoras obligatorias de Hambre Cero
La informalidad sigue vigente
Hoy, cinco años después, Tavella consideró que si vuelve a repetirse esa crisis, el panorama no sería muy diferente. “La mayoría sigue en negro”, dijo
Esa situación impulsó la creación de la federación del sector, que identificó tres ejes clave para fortalecer a las mipymes: formalización, acceso a crédito y apertura a mercados.
El actual viceministro de Mipymes, Gustavo Giménez, adoptó esa hoja de ruta. “Se avanzó respecto a la situación de antes de la pandemia, pero sigue siendo insuficiente”, admitió.
Uno de los puntos más polémicos luego de la reglamentación de la ley de mipymes fue la posibilidad de pagar el 80% del salario mínimo a los trabajadores del sector. “Eso ya estaba contemplado, pero no se aplicaba. Ahora buscamos dar seguridad”, dijo.
Por su parte, Guillermina Coronel de Imlach, presidenta de la Asociación de Industriales Mipymes (Asomipymes), evaluó que urge intensificar la capacitación empresarial. “El conocimiento permite tomar mejores decisiones y crecer”, recalcó.
Asimismo, resaltó que la Asomipymes ofrece asesoría gratuita para aquellos que buscan mejorar su gestión y ampliar sus mercados, incluso a nivel internacional.
Por Gabriela González Escalada
LEA MÁS SOBRE MIPYMES: MIC desarrollará un nuevo método para promover a las Mipymes