Peculiar pedido al 911: Una víbora asustó a vecinos y policías salieron al rescate

Una llamada de alerta al sistema 911, movilizó a policías en búsqueda de una serpiente curiyú en el barrio Santa Ana en la zona del Bañado Sur de nuestra capital. El animal fue rescatado aparentemente sin problemas.

De repente, agentes de la comisaría 21ª del área Metropolitana, atendieron un peculiar pedido de auxilio en el barrio ribereño y fue hasta el sitio para rescatar a una anaconda amarilla (Eunectes notaeus) que ingresó hasta una vivienda.

Gracias a la rápida acción, el animal fue dominado sin mucho esfuerzo por los agentes, tranquilizando a la familia que denunció la presencia del intruso.

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Esta especie es conocida por la fuerza que utiliza para que pueda sobrevivir y no tanto por ser una especie venenosa. Es por eso que se necesitó de la presencia de varios policías para poder atrapar al animal sin que este sufriera daños. A pesar del susto, la situación fue dominada y la prepararon para su traslado.

Finalmente, la curiyú de aproximadamente dos metros, fue llevada con mucho cuidado al Jardín Botánico de Asunción para evaluar su estado de salud y posteriormente devolverla a su hábitat natural en alguna zona ribereña.

La especie es autóctona de nuestro país y de otras regiones desde el pantanal brasileño hasta el oeste de Uruguay donde crecen en convivencia con la naturaleza.

Afortunadamente, el animal es inofensivo para humanos, al menos las anacondas de esta especie en particular que habitan cerca de los ríos y arroyos.

La presencia de este animal en zonas ribereñas como el barrio Santa Ana, es porque allí encuentra el sitio perfecto para su alimentación, basada en roedores, aves, reptiles entre otros.

Es por esa razón que suelen ingresar a las casas en búsqueda de sus alimentos y si llegara el caso de encontrarse con estos animales, se puede llamar al Cuerpo de Bomberos, la Policía Nacional o al Jardín Botánico para que el personal capacitado pueda dominar fácilmente al animal sin que estos sufran daños. También se recomienda mantener la calma y no maltratar al ofidio ni golpearlo buscando a que este abandone el sitio.