En paralelo a la ruta bioceánica actualmente en construcción en Paraguay, se impulsa un nuevo proyecto ferroviario que busca transformar el transporte y la economía en América del Sur. La iniciativa es liderada por Alberto Benjamín Schupp Vaucher, exmilitar de la Fuerza Aérea Paraguaya, y el economista Carlos Recalde.
El plan contempla la creación de un corredor ferroviario de aproximadamente 5.000 kilómetros para cargas y pasajeros, uniendo los océanos Pacífico y Atlántico.
En una entrevista para La Tribuna, Alberto Benjamín Schupp Vaucher, habló sobre la propuesta, que busca posicionar a Paraguay como un punto estratégico en el comercio regional, promoviendo el desarrollo económico, la integración y el turismo. Y de como, a diferencia de la ruta bioceánica, este proyecto propone una conexión ferroviaria entre puertos como Iquique (Chile) y Santos (Brasil), atravesando Argentina y Bolivia.
¿Qué es el Tren bioceánico y en qué se diferencia de la Ruta bioceánica?
El tren bioceánico es un proyecto de corredor ferroviario destinado al transporte de cargas y pasajeros entre los océanos Pacífico y Atlántico. La iniciativa contempla un sistema ferroviario eléctrico, con alta capacidad y enfoque sostenible, que atravesaría regiones como el Chaco paraguayo, parte de la cordillera de los Andes y zonas costeras de ambos océanos.
A diferencia de la ruta bioceánica, que consiste en una carretera en construcción con fines similares, el tren propone una vía alternativa que no necesariamente seguirá el mismo trazado, pero que podría complementarla en términos logísticos y de conectividad regional.
Historia y origen de una idea visionaria
La idea de una conexión bioceánica en Sudamérica se remonta a la década de 1990, cuando se evaluaba la posibilidad de un corredor terrestre entre el Atlántico y el Pacífico. En sus inicios, el proyecto no contemplaba un sistema ferroviario.
En la actualidad, el coronel (SR) Benjamín Schupp Vaucher y el economista Carlos Recalde proponen retomar esa visión mediante un ferrocarril que una varios países de la región. La iniciativa se inspira en experiencias internacionales como el Transiberiano y el Tren Maya, y busca integrar a Paraguay, Brasil, Argentina, Bolivia y Chile a través de una infraestructura ferroviaria orientada a la sostenibilidad y la eficiencia.
Beneficios del proyecto para Paraguay y la región
El tren bioceánico está diseñado para transportar hasta 6.000 toneladas de carga, como soja y carne, desde Paraguay hasta los puertos de Iquique en Chile o Santos en Brasil, en un plazo de 3 a 4 días. Actualmente, ese mismo trayecto puede demorar entre 7 y 10 días por carretera o entre 15 y 20 días por vía fluvial.
La implementación del ferrocarril reduciría los costos logísticos y mejoraría la competitividad de las exportaciones paraguayas en mercados internacionales, especialmente en Asia. Además, ofrecería una alternativa que no depende del nivel de los ríos.
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Impulso al turismo
El proyecto ferroviario contempla también servicios de pasajeros, incluyendo trenes turísticos y de alta velocidad, con velocidades de hasta 350 km/h. Una de sus propuestas es poner en valor el patrimonio cultural e histórico del Chaco paraguayo, como los sitios vinculados a la Guerra del Chaco.
Esto permitiría posicionar a la región Occidental como un destino turístico, atrayendo a visitantes interesados en conocer de primera mano la riqueza natural y cultural de esta zona.
Además, se prevé que el paso del tren contribuya al desarrollo de localidades ubicadas a lo largo de su trayecto. Históricamente, la llegada del ferrocarril impulsa la creación y el crecimiento de las distintas zonas, y en este caso, podría facilitar el acceso, la inversión y el fortalecimiento de infraestructuras en una región con limitada conectividad vial.
Desarrollo económico y empleo
El proyecto contempla una inversión estimada entre 18 y 31 millones de dólares, con potencial para generar miles de empleos directos e indirectos, principalmente en los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay. También permitiría reactivar oficios vinculados al sector ferroviario, que desaparecieron en Paraguay tras la caída del tren en la década de 1990.
El trazado propuesto atravesaría zonas de influencia de las colonias menonitas, donde operan importantes frigoríficos. Según explicó Benjamín Schupp, estos establecimientos podrían conectar sus instalaciones al ferrocarril mediante ramales, facilitando el envío rápido de productos a nuevos mercados. Esta logística permitiría mantener la calidad de exportación, como en el caso de la carne, sin alterar sus características.
Sostenibilidad ambiental
El proyecto ferroviario contempla el uso de fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, lo que permitiría reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Se presenta como una alternativa más ecológica frente al transporte por carretera o vía fluvial.
Desde sus inicios, los impulsores del proyecto destacan el enfoque ambiental, no solo por razones ecológicas, sino también por su rentabilidad a largo plazo. Se estima que las inversiones en sostenibilidad podrían recuperarse completamente tras los primeros diez años de operación.
Además, el plan prevé cumplir con las normativas ambientales vigentes, con seguimiento y supervisión del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades). Esta iniciativa se plantea como un complemento privado y parcialmente estatal, a través de Ferrocarriles del Paraguay S.A. (Fepasa), al corredor bioceánico impulsado por el Gobierno, con el objetivo de mejorar la conectividad regional y nacional.
Cimientos del proyecto
El proyecto ferroviario impulsado por Benjamín Schupp y Carlos Recalde, de carácter privado, busca captar el interés de potenciales inversionistas extranjeros. Para ello, iniciaro gestiones ante embajadas de los países involucrados, así como ante entidades financieras multilaterales, con el objetivo de establecer las bases necesarias para avanzar hacia su concreción.
Aunque se trata de una iniciativa de gran escala, Schupp y Recalde son conscientes de que su desarrollo será progresivo. En ese proceso, trabajan en armonizar criterios técnicos y normativos entre los países implicados, con la meta de construir una ferrovía que conecte ambos océanos y contribuya a la integración regional.
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