En junio de 1993, en los primeros compases de la democracia en nuestro país, se sancionó la Ley laboral en Paraguay. Una normativa que, en su momento, representó un avance importante en la protección de los derechos de los trabajadores. Sin embargo, con el devenir del tiempo y el vertiginoso avance de la modernidad, esta ley ha quedado rezagada, incapaz de abordar las nuevas realidades laborales que emergen con la irrupción de la tecnología.

El mundo laboral ha experimentado una profunda transformación en las últimas décadas. El surgimiento de nuevas formas de empleo, como el home office, los servicios de plataformas de viajes y deliveries, así como el trabajo remoto, ha desafiado los paradigmas tradicionales de la relación laboral. Sin embargo, lamentablemente, muchos de estos trabajadores carecen de protección legal y beneficios laborales.

Es urgente y necesario revisar nuestra normativa laboral para adecuarla a las nuevas realidades del mercado. Es fundamental que se contemplen disposiciones que garanticen derechos y beneficios para todos los trabajadores, sin importar la naturaleza de su empleo. Desde los empleados de oficina hasta los repartidores de comida a domicilio, todos merecen condiciones laborales justas y protección social.

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Es más, la reforma no solo debe abarcar la ley de fondo, sino también el Código Procesal Laboral, que ha quedado rezagado en relación con las dinámicas actuales del mundo laboral. Aunque se ha implementado la modernización en ciertos ámbitos, como los nuevos sistemas de la Corte Suprema de Justicia, que permiten procedimientos telemáticos, aún persisten barreras para aquellos trabajadores que carecen de acceso a la tecnología o medios tecnológicos adecuados.

Al mismo tiempo es vital que las instituciones estatales pertinentes, como el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, estén alineadas con las necesidades y dinámicas del mundo laboral contemporáneo. Estas instituciones deben brindar apoyo administrativo y asesoramiento a los trabajadores, especialmente aquellos que enfrentan dificultades para acceder a recursos tecnológicos. Por supuesto, no podemos pasar por alto el papel crucial que desempeña el Instituto de Previsión Social en la garantía de la seguridad social para todos los trabajadores.

El Día Internacional de los Trabajadores, que se celebra cada 1 de mayo, nos recuerda las luchas históricas del movimiento obrero por condiciones laborales dignas. Esta fecha conmemora la Revuelta de Haymarket en 1886, un evento que marcó un punto de inflexión en la lucha por los derechos laborales en todo el mundo.

Desde entonces, el 1 de mayo se ha convertido en un símbolo de solidaridad y lucha por la justicia social. Es el momento de honrar esa tradición reafirmando nuestro compromiso con la protección de los derechos de todos los trabajadores en Paraguay. Es hora de modernizar nuestra ley laboral para garantizar que ningún trabajador quede excluido de los beneficios y protecciones que merece.

Nuestra clase política, envuelta diariamente en discusiones estériles debería poner sobre la mesa esas nuevas realidades y trabajar en pos de un futuro donde todos los trabajadores sean valorados y protegidos. ¡Feliz día a todos los trabajadores del Paraguay!