La digitalización no es una moda pasajera, es el nuevo motor de desarrollo económico. En Paraguay, ese motor está arrancando con fuerza, impulsado por una generación de emprendedores que, gracias al comercio electrónico, ha comenzado a romper las barreras del mercado local y a proyectarse al mundo. La próxima realización de la Expo eCommerce 2025, a celebrarse el 10 de junio en Asunción, puede contribuir enormemente a la consolidación del ecosistema digital paraguayo.
La oportunidad es inmejorable. Una información publicada por nuestra página en estos días señalaba que inversionistas regionales (de Argentina y Uruguay) están poniendo sus ojos en Paraguay, atraídos por una combinación singular: reglas más simples para bancarización, un abanico de métodos de pago que se adapta a distintos perfiles de consumidor y una logística en evolución.
No obstante este alentador panorama, existen factores que todavía deben superarse. Según los datos, apenas el 6% de las empresas paraguayas tiene procesos digitales integrados, lo cual demuestra una brecha tecnológica que no podemos ignorar.
Es necesario un cambio cultural. Digitalizar no debe verse como un gasto, sino como una inversión urgente. En un mundo donde la competitividad depende de la agilidad, seguir operando con métodos tradicionales es condenarse a la irrelevancia.
La seguridad y la logística también deben ser prioridades. El crecimiento del e-commerce ha traído consigo un aumento de fraudes y exige entregas más rápidas y eficientes. Aquí el Estado y el sector privado deben trabajar codo a codo para facilitar marcos legales modernos, y profesionalizar los procesos y sistemas para los negocios.
En este contexto, un evento como la Expo eCommerce llega en el momento justo, al reunir a expertos y empresarios, y que además servirá como laboratorio de ideas, impulsando la formalización de mipymes, el uso de inteligencia artificial, la protección de datos y nuevas formas de pago. Es el momento para que las pequeñas y medianas empresas paraguayas salten al mundo digital porque no hacerlo significará porque no hacerlo significará quedar rezagados en una economía cada vez más digital, más rápida y más global.
