La hospitalidad y generosidad son marcas profundas en la historia paraguaya. No son solo palabras; son rasgos forjados en la sangre y la memoria de un pueblo que siempre supo abrir las puertas al visitante, al extranjero, al que viene de lejos. Pero los tiempos modernos exigen algo más: demostrar al mundo que además de cálidos, somos capaces, eficientes y organizados.
Y Paraguay lo ha hecho. La organización impecable de los Juegos Odesur en 2022, las finales de la Copa Sudamericana, o la asamblea de la OEA, fueron las primeras grandes pruebas de fuego que superamos con éxito. Ahora, sin embargo, estamos frente a un desafío de otra magnitud.
El 2025 nos colocará en el centro del mapa internacional con más de 22 eventos de alto impacto: el 75° Congreso Ordinario de la FIFA, los Juegos Panamericanos Junior, el Mundial de Rally en Itapúa, y numerosos congresos médicos, jurídicos, empresariales, que traerán a miles de delegaciones y visitantes. No es exagerado decir que Paraguay vivirá un año sin precedentes, con ingresos proyectados de USD 350 millones que dinamizarán sectores claves como hotelería, gastronomía, transporte y turismo.
Pero el desafío no es solo económico. La verdadera prueba es demostrar al mundo —y a nosotros mismos— que podemos operar como un hub regional confiable para encuentros internacionales. Esto requiere una infraestructura moderna, servicios de calidad, logística afinada, seguridad garantizada y, sobre todo, una visión de país que trascienda el evento puntual.
La ley recientemente aprobada sobre eventos deportivos internacionales, el trabajo articulado entre sector público y privado, y la apuesta por consolidar capacidades locales son pasos claves para posicionar al país. Pero es fundamental lograr que todas estas iniciativas apunten a la consolidación de las potencialidades del país, no solamente en cuanto a la organización de eventos, sino también como destinos turístico, por los grande atractivos que ofrece la tierra guaraní, y destino estratégico para la radicación de inversiones.
Paraguay ha demostrado ser hospitalario y generoso. Ahora, el reto es demostrar que puede ser también moderno, eficiente y competitivo.