Se sabe que el nivel de competitividad de nuestros atletas tiene como tope Odesur y que los Juegos Panamericanos y ni que decir los Olimpicos, son metas muy difíciles de alcanzar.
Históricamente nuestras más elevadas producciones han sido en Bolivarianos, Odesur y las competencias polideportivas de rango olímpico diferenciadas (playa o juveniles).
Como ya se dijo repetidamente, la vara está alta en el nivel panamericano.
Santiago 2023 es un examen que inquieta a nuestros mejores deportistas, muchos de los cuales, (la mayoría) quedan en el intento de conseguir la clasificación para poder acceder a la arena competitiva continental.
Es grande el sacrifico que deberá afrontar la selecta minoría de competidores de élite y mucho más para por lo menos igualar la producción de Lima 2019, cuando se alcanzó un histórico único oro con el golfista Fabrizio Zanotti y otras cuatro medallas aportadas tambien por el golf y el tenis, alcanzando los dedos de una mano para contar los ascensos guaraníes a podio.
Y los resultados de nuestros atletas en la edición continental 2023, así lo atestiguan.
En los primeros tramos, la figura femenina que portó la enseña patria en el desfile inaugural, fue quien más se acercó a un podio. La ciclista Agua Marina Espinola (foto), la campeona contra reloj de Odesur, que terminó en quinta posición tras buen desempeño.
El otro abanderado sustituto, Derlys Ayala, tuvo una performance deficitaria, con pobre marca y un decimo puesto en la maratón que estuvo lejos de lo que él mismo esperaba. Tampoco pudo lograr marca para Paris 2024.
Las primeras esperanzas de buenos dividendos se centran en el remo, que fue gran aportante de medallas el año pasado en Odesur y el vóley playa femenino, que ya mostró un óptimo rendimiento inicial con las históricas Erika Mongelos y Michelle Valiente.
No sorprenden los otros resultados alejados de las posiciones de privilegio, pues de antemano se tenía conciencia de ello. Sí, gratamente se registra un ascenso a octavos de final en badminton con Leo Lee.
El camino presenta muchos escollos. La senda es bien empinada y dura. Pero los juegos recién comenzaron y hay que aguardar con fe que empiecen a llegar las medallas, sin dejar de reconocer lo que va a costar como siempre ha costado mucho más en este elitistico nivel que ello ocurra.
