Damián Bobadilla continúa con problemas por hechos de racismo en Brasil. Ahora, la Policía de ese país lo denunció formalmente por el delito de «injuria racial» en contra del futbolista venezolano Miguel Navarro en el juego entre Sao Paulo y Talleres de Córdoba por Copa CONMEBOL Libertadores.
El volante de 23 años se mantiene en vilo por la decisión de la justicia brasileña. Ayer, el compatriota fue a prestar declaración sobre los ocurrido en el partido copero entre su equipo, Sao Paulo, y el Talleres cordobés realizado el 27 de mayo. El ex Cerro Porteño se presentó a la Comisaría de la Policía para la Represión de Delitos de Intolerancia en el Deporte de Sao Paulo para dar su versión de lo ocurrido aquel día. Finalizado dicho interrogatorio, los agentes encargados de la investigación presentaron cargos contra el mediocampista de la Albirroja.
«Venezolano muerto de hambre»; la frase que condena a nuestro compatriota. La misma se produjo en un momento caliente del partido en el que el elenco argentino perdió contra el brasileño y quedó fuera de la competencia sudamericana.
La ley del vecino país establece que la injuria racial es una ofensa a la dignidad de una persona por su raza, etnia, color o nacionalidad. Las penas carcelarias van de 2 a 5 años de prisión, además de considerables multas.
En el caso puntual de Bobadilla, según explicaron algunos entendidos en la materia del país limítrofe, la pena para el jugador podría ser mínima (solamente una multa); dado que es la primera vez, tiene una conducta intachable y se disculpó telefónicamente con su colega venezolano.
A la par de la investigación de la policía brasileña, el Tribunal Disciplinario de la CONMEBOL también indagará sobre el sonado caso.
