Durante su gestión de cinco años, Nicanor Duarte Frutos no tomó acciones para hacer respetar la soberanía de Paraguay en Yacyreta. Su período estuvo marcado por la opacidad y la falta de transparencia. Ahora reconoce que la Entidad Binacional Yacyretá enfrenta una profunda crisis financiera. La drástica reducción en las transferencias mensuales de Argentina ha llevado a la institución al borde del colapso financiero, dejando en evidencia su inacción y falta de gestión para resolver problemas clave.

Nicanor Duarte Frutos, director ejecutivo paraguayo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), declaró que la institución se encuentra sumida en una profunda crisis financiera debido a la drástica reducción en las transferencias mensuales de la República Argentina.

Según sus declaraciones, la crisis se ha intensificado debido a que Argentina actualmente solo transfiere US$ 10.000.000 por mes, en comparación con los US$ 18 a 20 millones que solía transferir mensualmente. Esta situación ha llevado a Yacyretá a un «caos financiero», con un gasto operativo mensual de US$ 12.000.000, superando las transferencias recibidas.

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El director ejecutivo paraguayo culpa a la falta de desembolso de Argentina por la difícil situación financiera que enfrenta Yacyretá, lo que ha afectado el pago de proveedores y servicios, generando movilizaciones en el departamento de Misiones, exigiendo soluciones a la crisis.

Duarte Frutos destacó que Yacyretá carece de las normas fijas y estructuradas que tiene Itaipú, lo que ha provocado dificultades en su funcionamiento y una complicada resolución de problemas como el Anexo C, un acuerdo entre Paraguay y Argentina relacionado con la tarifa de la energía generada por la entidad.

Evitó escrutinio de la contraloría

El director de la EBY ha sido objeto de críticas por negar el acceso de la Contraloría General de la República (CGR) a auditar los gastos de la hidroeléctrica. En julio de 2021, Duarte Frutos obtuvo una medida cautelar que suspende los artículos de una ley que habilitaba a la CGR a realizar al menos dos auditorías anuales a Yacyretá. Esta medida ha generado controversia y levantado sospechas de oscurantismo en la institución.

El crecimiento patrimonial del director de Yacyretá y su círculo cercano también ha generado críticas y polémica. Según las declaraciones juradas de bienes, Nicanor Duarte Frutos aumentó su patrimonio de G. 773 millones en 1999 a G. 7.364 millones en 2017, lo que representa un aumento del 952%.

Además, algunos de sus colaboradores cercanos, como Carlos María Santacruz y Arístides Da Rosa, también experimentaron un considerable aumento en sus fortunas durante sus años en la función pública al lado del director de la EBY.

La gestión de Nicanor Duarte Frutos ha sido objeto de escrutinio por presuntas irregularidades en contratos de obras, compras y contratación de servicios en la EBY, incluidos casos de adjudicaciones a parientes y amigos, así como indicios de sobrefacturación.

Lo que Duarte Frutos deja en evidencia con su declaración pública es que en cinco años solamente mantuvo la estructura paquidérmica de Yacyretá, una entidad caracterizada por la corrupción y atiborrada de planilleros. Se perdieron cinco años de desarrollo industrial en Paraguay debido a la falta de gestión en lo referente al Anexo C de Yacyretá.

En efecto, el Anexo C de la EBY ha sido descuidado por las autoridades y la sociedad en general, que en este tipo estuvo más preocupada por la renegociación de Itaipú, ignorando el Anexo C de Yacyreta, que tiene igual o mayor trascendencia, y donde los argentinos muestran un total desprecio con Paraguay, al mantener el status quo, pese a que ya pasaron nueve años del vencimiento del Anexo C.

Esta falta de avance ha impedido a la ANDE disponer de un mayor aprovechamiento de la energía generada por Yacyretá.

El gobierno actual, encabezado por Mario Abdo Benítez, no logró avanzar en la resolución del Anexo C de Yacyretá, dejando pendiente la aprobación de una Nota Reversal N° 2 que fue aprobada por el Congreso Nacional de Paraguay, pero aún no ha sido aprobada en el Congreso argentino.

La falta de progreso en Yacyretá genera la necesidad de que el nuevo gobierno, liderado por el presidente electo Santiago Peña, asuma la responsabilidad de revisar o aprobar el instrumento de negociación con Argentina. La compensación por territorio inundado suma más de 1.300 millones de dólares americanos, y su pago depende de la aprobación del instrumento de negociación con Argentina.

Desafío del próximo director será transparentar la EBY

El gobierno de Santiago Peña deberá conformar un equipo de negociación para abordar el arreglo económico-financiero de Yacyretá y procurar una relación más equitativa con Argentina en el ámbito energético.

La situación financiera y las acusaciones de oscurantismo en la Entidad Binacional Yacyretá plantean un desafío significativo para el próximo director, quien deberá gestionar eficientemente la relación con Argentina y garantizar una administración transparente y responsable de los recursos de la hidroeléctrica.