No deja de llamar la atención el repentino interés de Washington sobre Paraguay, con envío de varias misiones de funcionarios, y declaración de personas “significativamente corruptas”.

Solamente en el 2022 en cuatro ocasiones altos funcionarios de la administración de Joe Biden visitaron Asunción para mantener reuniones con referentes de diferentes poderes del Estado paraguayo.

El denominador en el discurso de los integrantes de las delegaciones de funcionarios estadounidenses fue la “lucha contra la corrupción”.

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En efecto, la administración de Joe Biden puso especial interés en el tema de la corrupción a nivel global y lo ha colocado como unos de los pilares de su programa de seguridad nacional.

Haciendo un poco de revisión nos encontramos que: el 9 de junio de 2022, mientras el presidente Mario Abdo Benitez se encontraba participando de la Cumbre de las Américas, que se desarrollaba en Los Angeles, fue visitado por el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson. Llamó la atención que el alto funcionario concurrió junto a Abdo Benítez, para la reunión, que al parecer no estaba prevista inicialmente en la agenda.

“Renovamos nuestros compromisos de cooperación mutua para combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo”, publicaba entonces, el presidente en su cuenta de Twitter.

El 25 de julio de ese mismo año, llegaron representantes del FBI y de la DEA para reunirse con la fiscal general del Estado Sandra Quiñónez, la fiscal adjunta, Soledad Machuca y fiscales de Delitos Económicos, Anticorrupción, Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo. 

El 4 de agosto llegaba también al Paraguay la misión diplomática liderada por Stephanie Mur­phy, representante (dipu­tada) del Comité de Servi­cios Armados de la Cámara de Representantes de Esta­dos Unidos.

La congre­sista estuvo acompañada por la representante Kathleen Rice, demócrata del estado de Nueva York, quien es parte del Comité de Segu­ridad Doméstica; por Mark Green, republicano del estado de Tennessee, miem­bro del Comité de Servicios Armados, y por el represen­tante Kurt Schrader, demó­crata del estado de Oregon, que integra el Comité de Energía y Comercio. 

El 23 de agosto llegó al Paraguay el subsecretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Brasil y el Cono Sur y para Asuntos de la Región Andina, Mark Wells, quien aprovechó su visita para hablar del apoyo de Estados Unidos al Paraguay en el combate a la corrupción y a la impunidad. 

En tanto que el 26 de octubre de 2022 llegaba al país, Richard Nephew, coordinador de la Oficina Anticorrupción Global, del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Solamente en un lapso de tres meses durante el 2022, cuatro misiones de funcionarios norteamericanos llegaron al Paraguay.

En octubre del año pasado trascendió que la elaboración de un Plan Maestro para la Navegabilidad del Río Paraguay estaba siendo impulsada con el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos, específicamente a partir de los servicios del Cuerpo de Ingenieros del Ejército. 

Esta información había generado la reacción de autoridades de provincias argentinas, que elevaron su voz de protesta, por lo que consideraban una “violación de la soberanía”.

Algunos analistas sostienen que a Estados Unidos le preocupa la creciente expansión China en Latinoamérica. En esta parte del continente, Paraguay es el único país que no mantiene relaciones con el gigante asiático y que sigue firme con su apoyo a la República de China en Taiwán.

Una lectura del juego geopolítico, pone a Paraguay en un situación estratégica para el control de la hidrovía, una de las mayores vías de interconexión comienza en el río de la Plata, atraviesa nuestro país, llega prácticamente hasta el centro de Sudamérica. 

Allí estriba el interés de Estados Unidos de controlar la hidrovía, desde Paraguay, ante la amenaza de la expansión China en el Sur.