La Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) realizó un procedimiento en Yby Pytá, Canindeyú, y detuvo a dos policías por obstaculizar la captura de presuntos líderes del narcotráfico.
El equipo de inteligencia montó el operativo el fin de semana con el objetivo de ubicar a Felipe Acosta Riveros, alias «Macho», y a Nelson David Mailín Haedo, alias «Capivara«, señalado como su número dos en la zona.
A partir de datos de inteligencia, los agentes se acercaron a una actividad deportiva donde podrían estar los investigados.
Una patrullera y una camioneta con policías intervinieron para distraer a los antidrogas, lo que favoreció la salida del lugar de los objetivos. En ese marco, el equipo solicitó apoyo de la Fuerza de Tarea Conjunta para sostener el operativo.
Identidad de los policías detenidos
La SENAD detuvo al oficial inspector Guido Bismark Escobar y al suboficial inspector Ángel Ramón Barreto Gómez, quienes prestaban servicio en el puesto policial N.º 3 de Guipúzcoa.
Semanas atrás, esa dependencia quedó bajo la lupa dentro de una causa que investiga lavado de dinero y tráfico de armas.
Durante el procedimiento, los antidrogas incautaron la camioneta que habría servido de apoyo a la maniobra.
Una jueza la había otorgado como depositario judicial al oficial Escobar en 2023, tras un hallazgo reportado como vehículo abandonado en Pedro Juan Caballero. La medida judicial seguía vigente cuando ocurrió la intervención.
A partir de ese antecedente, los intervinientes enfocaron el seguimiento en ese vehículo específico y ajustaron la vigilancia sobre sus movimientos. Así, el equipo redujo márgenes de error y priorizó la pista que consideró más sólida para llegar a los objetivos.
Seguimiento del vehículo y resistencia al procedimiento
El ministro Jalil Rachid explicó que el grupo operativo siguió la camioneta por tratarse de la referencia más confiable del caso.
Los intervinientes hallaron al propio oficial Escobar dentro del rodado, lo que elevó la tensión en el punto de control. En ese instante, el equipo perdió la iniciativa táctica porque los policías se resistieron a entregar sus armas y teléfonos, por lo que la Fiscalía intervino para asegurar las evidencias.
Con ese quiebre operativo, los investigados ya no estaban en el área de interés. La maniobra desvió la atención del equipo y frustró la captura de los objetivos vinculados a la estructura de Acosta Riveros y Mailín. Aun así, los agentes documentaron cada paso para sostener la imputación.
En paralelo, la SENAD elevó los informes sobre la posible connivencia entre funcionarios policiales y una red de narcotráfico que opera en nuestro país. Las pesquisas siguen su curso para determinar si existen más implicados.
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Imputación fiscal y prisión preventiva
La fiscal Inés Estigarribia imputó a ambos policías y solicitó prisión preventiva. El juez Ramón Florentín decretó la medida, de modo que los uniformados quedaron procesados mientras avanza la causa.
Con esta decisión, el expediente gana tiempo para profundizar diligencias, pericias telefónicas y trazas del vehículo incautado.
A partir de ahora, la investigación medirá comunicaciones, trayectos y vínculos con el entorno de Macho y Capivara, lo que puede abrir nuevas líneas de trabajo en Canindeyú.
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