Estados Unidos no tiene la misma vara para los corruptos de Latinoamérica ni de Paraguay 

Un artículo reciente del controvertido “analista” Emanuel Otolenghi, publicado en la página on line de Foreing Policy menciona que Paraguay es un campo de prueba para la Agenda anticorrupción de la administración de Joe Biden, haciendo referencia a las dos últimas designaciones de significativamente corruptos en nuestro país y la cancelación de visas. 

El pasado 22 de julio, el secretario de Estado de Estados Unidos Antonhy Blinken, designó significativamente corrupto al expresidente Horacio Cartes y canceló la visa los miembros de su familia para ingresar a los Estados Unidos.  

Posteriormente, el 12 de agosto le tocó el turno al vicepresidente Hugo Velázquez y también a sus familiares. A consecuencia de la disposición Velázquez reunió a su candidatura a la presidencia de la república y anunció que también renunciaría a la vicepresidencia. Posteriormente, a recomendación de la senadora Lilian Samaniego, decidió no renunciar a la vicepresidencia, solicitando conocer los motivos de su designación. 

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Ottolenghi señala en su artículo que «la administración (de Joe Biden) no debe dejar lugar a dudas: la corrupción en Paraguay es profunda y amplia, y Cartes y Velázquez no deberían ser las únicas personas en la lista de Washington”. 

La vista gorda con «los chanchos de nuestro chiquero»

Luego agrega que, en el pasado, “los líderes de Paraguay tenían impunidad mientras estuvieran políticamente alineados con los Estados Unidos. Los predecesores de Biden, ya fueran demócratas o republicanos, estaban muy al tanto de la pandemia de corrupción de Paraguay, pero trataron con cuidado a sus líderes en medio de una creciente evidencia de corrupción en los niveles más altos de la estructura de poder del país».   

En el pasado «los líderes de Paraguay tenían impunidad mientras estuvieran políticamente alineados con los Estados Unidos. Los predecesores de Biden, ya fueran demócratas o republicanos, estaban muy al tanto de la pandemia de corrupción de Paraguay, pero trataron con cuidado a sus líderes en medio de una creciente evidencia de corrupción en los niveles más altos de la estructura de poder del país».   

Emanuel Ottolenghi.

La pregunta es por qué entonces las dos últimas nominaciones selectivas en nuestro país? Si el departamento de Estado procediera a castigar realmente a quienes utilizan los cargos públicos para beneficios propios en Paraguay, la mitad de los políticos paraguayos (para no ser exagerados) tendrían la cancelación de su visa para ingresar a territorio norteamericano.

Con Argentina No

Pero, la selectividad en nominaciones de corruptos también puede notarse a nivel de nuestros vecinos.  

El pasado 25 de agosto, haciendo justamente alusión a las designaciones del ex presidente de Ecuador, Abdalá Bucarán y de Hugo Velázquez de nuestro país, el senador Ted Cruz, remitió una carta a Antonhy Blinken solicitándole que tenga la misma vara para designar también significativamente corrupta la vice presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner. 

“El 9 de marzo, usted impuso tal «designación 7031 (c)» al expresidente ecuatoriano Abdalá Jaime Bucaram Ortiz, así como a su esposa e hijos. El embajador Michael Fitzpatrick dijo que esa decisión demostraba «que nadie, por más alta posición que ocupe o haya ocupado, debe estar por encima de la ley». El 12 de agosto designó al vicepresidente paraguayo en ejercicio, Hugo Velázquez, así como a sus familiares directos. En el anuncio de la designación, dijo que Estados Unidos «continuará promoviendo la rendición de cuentas de quienes abusan del poder público para beneficio personal, independientemente de su posición o afiliación política». Usted también señaló que «(actos corruptos… también contribuyen a la disminución de la confianza en el gobierno y la percepción pública de la corrupción y la impunidad”, reza una parte de la misiva enviada a Blinken. 

“Escribo para llamar su atención sobre los actos corruptos cada vez más descarados y ahora públicos de la expresidenta argentina y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que durante décadas socavaron el estado de derecho en Argentina, convulsionaron sus instituciones políticas y socavaron los intereses estadounidenses en el país y, de hecho, en la región. Quizás de manera más notoria, pero ciertamente no exclusiva, está profundamente implicada en la muerte en 2015 del fiscal especial argentino Alberto Nisman, quien fue encontrado baleado en su apartamento el día antes de que presentara pruebas ante el Congreso argentino que habrían probado que Fernández de Kirchner se coludió con Irán para encubrir el papel de Irán en el atentado de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, el peor ataque terrorista en la historia de Argentina”, dice en otra parte la carta.

 

“Escribo para llamar su atención sobre los actos corruptos cada vez más descarados y ahora públicos de la expresidenta argentina y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que durante décadas socavaron el estado de derecho en Argentina, convulsionaron sus instituciones políticas y socavaron los intereses estadounidenses en el país y, de hecho, en la región»

Ted Cruz, senador de EE.UU.

“La semana pasada, un fiscal federal argentino implicó formalmente a Fernández de Kirchner en lo que describió como “el esquema de corrupción más grande jamás conocido en el país”. 

“La evidencia que respalda los cargos contra Fernández de Kirchner es pública, creíble y ahora está respaldada por el sistema judicial argentino. Simplemente lo que se ha verificado, aunque solo sea por defecto, lo que sus defensores casi han concedido, ya es tan o más significativo que la evidencia que el Departamento de Estado presentó recientemente como parte de su justificación para designar a Velázquez. Mientras tanto, las consecuencias y amenazas de la corrupción de Fernández de Kirchner se extienden a nivel mundial”, señala también e insta Blinken a imponer a Fernández de Kirchner y a sus familiares una designación de la Sección 7031 (cancelación de visas). 

A pesar del escándalo internacional que significó el inicio de la causa contra la vice presidenta argentina, el departamento de Estado no se pronunció como tampoco lo hizo en el caso brasileño, donde un ex presidente acusado de corrupción Luiz Inácio Lula da Silva es candidato y está aspirando llegar nuevamente a la presidencia del Brasil. 

La pregunta es cuál es el parámetro del Departamento de Estado para aplicar selectivamente la famosa Sección 7031, tanto a nivel de Paraguay como al resto del mundo?