El exitoso emprendimiento que surgió de la necesidad

Oscar Gaona es un empresario de Itá, quien dentro de sus propias necesidades, salió a buscar y posteriormente encontrar, una respuesta a sus necesidades con la gastronomía autóctona. Su deseo de superación, lo llevó a encontrar, no sólo un trabajo digno y que da la posibilidad de alimentar a la gente, sino también una fuente de trabajo para otras personas que ahora lo ayudan como sus colaboradores.

Su rubro es tan tradicional como la chipa, pero su afán por buscar la excelencia, lo llevó a reinventar una centenaria receta y adaptarla a nuestros tiempos y así ganarse nuevos clientes que vuelven para probar un producto único, llamativo y delicioso.

La chipá asador es la misma que se prepara envuelto en estacas de madera para su cocción y, a diferencia de las que son cocinadas ya cargadas en el horno, estas permiten utilizar el espacio en el sitio donde se sujetaba a la estaca, para de esa forma incluir deliciosos rellenos dentro de la masa propia de esta variedad de chipas.

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Es ahí donde Oscar encontró la oportunidad de diferenciarse de las demás, fusionando lo ya conocido con las novedades y crear gustos diferentes que atraen para así, ganarse una ya formada clientela que siempre exige lo mejor de sus innvocaciones.

Los inicios de un éxito

Lo encontramos instalado este último fin de semana frente a la feria organizada por el Ministerio de la Mujer, con un trailer equipado con las herramientas necesarias para preparar y servir en el momento sus productos. Nos cuenta que para llegar a eso, tuvo que comenzar desde muy chico con un brasero y un toldo al costado de la rata.

Al principio no me animaba, porque tuve unos cuantos negocios fallidos, aun que luego me animé y me coloqué en el kilómetro 35 y medio de la vieja ruta 1 que pasa por Itá y siempre con el mismo nombre “ChipAsador”, con una sola A, dice Gaona, al tiempo que recuerda que hasta ahora trata de que todo lo que usa lo que usa siga siendo casero.

Luego ya me anime a incluir otras cosas a mi menú como los sandwich de peceto, vacío ahumado, boandiola ahumada con un toquecito de picante y un sandwich de butifarra, que tiene como característica que no deja el sabor en la coca en todo el día porque lo hacemos con una butifarra única que no afecta al estómago.

En el relleno está la diferencia

Es el deseo de hacer la diferencia, llegó al completar el espacio que le faltaba al interior de la chipa asador. Aproveché ese espacio que deja la estaca, rellenando con lo mismo que uso dentro de los sandwinch, colocaba por ejemplo la boandiola de cerdo desmechada dentro de la chipa, que la gente al probar se da cuenta que esa chipa tradicional, se trasformaba en algo único.

Esta novedad surgió en la pandemia y asegura que en otro lugar no se podrá encontrar algo parecido, teniendo una chipa asador, con boandiola ahumada, cerdo o butifarra casera, los tres rellenos que tenemos de momento y entre esos tres, el de butifarra es el que más sale ahora porque tiene una diferencia y es que no te hace acordar que comiste butifarra, resalta el emprendedor.

Otro punto importante, añade, es que desde que iniciamos, trabajamos directamente de los productores, a quienes les compramos por ejemplo el almidón y el queso, el primero compramos de Troche, departamento del Guairá, donde un señor extrae el almidón dos veces al año, exclusivo para nosotros y contamos con cinco a ocho mil kilos reservado para nosotros.

Oscar y su equipo dice que de martes a viernes se ubica frente a la plaza de la democracia y los mismos días sobre la avenida Sacramento los mismos días, al costado de la Unión Industrial Paraguaya. Sus precios son accesibles desde 20.000 guaraníes la chipa entera y 10.000 la media porción y la rellena a 25.000 guaraníes, mientras que los sandwich en pan de queso están a 15.000, comentó para finalizar.