El debate en torno a la nueva Ley del Sistema Nacional de Pagos en Paraguay ha generado distintas reacciones en sectores políticos, económicos y mediáticos. En medio del ruido, la Cámara Paraguaya de Fintech plantea una lectura didáctica, abierta y optimista.
Uno de sus directores, Sergio Mura, en conversación con La Tribuna comentó sobre el alcance del proyecto, su impacto esperado y los desafíos que enfrentará Paraguay en esta transición.
Desde su rol en la cámara y con experiencia como emprendedor, Mura afirma con convicción que la nueva normativa no solo permitirá mayor competencia, sino que también protegerá a los usuarios, impulsará la innovación tecnológica y abrirá el mercado paraguayo al ecosistema financiero global, facilitando la llegada de inversionistas.
Interoperabilidad y menos comisiones: Claves de la nueva ley
La inclusión financiera fue un eje constante en la conversación. Para Mura, la interoperabilidad y la democratización son fundamentales para ampliar el acceso al sistema. Hoy, algunos usuarios pagan más comisiones simplemente por usar billeteras distintas, lo que evidencia falta de equidad. “Eso no puede continuar. Las reglas deben ser iguales para todos”, enfatizó.
La nueva ley apunta a una interoperabilidad plena entre todos los actores, permitiendo que cualquier usuario pueda realizar pagos desde la plataforma de su preferencia, sin restricciones técnicas ni barreras arbitrarias. Esta interconexión beneficiará no solo a grandes operadores, sino también a pequeños comercios, jóvenes emprendedores y consumidores que no operan con la banca tradicional.
“El sistema financiero paraguayo necesita dar un salto cualitativo”, expresó. Hasta ahora, eran los ciudadanos quienes debían adaptarse a las condiciones impuestas; con este nuevo marco legal, será el sistema el que deberá ajustarse a las necesidades de la gente.
BCP como regulador: ¿Qué cambia para bancos y fintechs?
Un eje central del proyecto es el rol del Banco Central del Paraguay (BCP), que será responsable de definir y hacer cumplir las normas del nuevo sistema. “Va a regular a todos los participantes: bancos, fintechs, pasarelas de pago, billeteras digitales, y tendrá la capacidad de sancionar cuando no se respeten las reglas”, explicó Mura.
Actualmente, persiste la percepción de que ciertos actores operan con ventajas frente a otros. La nueva ley establecerá un marco equitativo con reglas claras y uniformes para todos los participantes del ecosistema, subsanando las limitaciones del sistema vigente, basado en el SIPAP, que no contempla integralmente los pagos digitales actuales ni protege adecuadamente al usuario.
Innovación tecnológica y apertura internacional
Uno de los aspectos más destacados fue la posibilidad de que la ley habilite la llegada de plataformas internacionales como PayPal o Stripe. “Hoy estamos cerrados al mundo. Paraguay es uno de los pocos países que aún no trabaja formalmente con PayPal. Es una situación insostenible si queremos integrarnos a la economía digital global”, explicó Mura.
Recordó que años atrás intentó operar con una procesadora internacional, pero Paraguay fue descartado por ser considerado un país de riesgo, sin reglas claras. La expectativa es que la nueva ley facilite la llegada de actores globales, promueva la competencia y permita soluciones de pago más modernas y equitativas, en beneficio de consumidores, emprendedores e inversores.
Protección de datos y confianza del usuario
Otra prioridad del proyecto es la protección de los datos personales y los fondos de los usuarios. Actualmente, persiste desconfianza sobre el uso de la información financiera, y la ley establece mecanismos estrictos de resguardo para generar mayor confianza.
Aunque los aspectos técnicos corresponden al BCP, Mura remarcó que no puede haber democratización sin seguridad, y que garantizar la protección de datos es fundamental para que más paraguayos usen medios de pago digitales.
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Adaptación, desafíos y oportunidades con la nueva ley
Sobre la adaptación de las entidades financieras, Mura aclaró que habrá una fase de implementación en la que cada actor deberá ajustar sus sistemas, pero que el resultado beneficiará a todos. El principal desafío será cumplir los plazos y asegurar una integración ordenada y transparente.
El cambio será gradual pero inevitable, impulsado por la evolución tecnológica. Además, la legislación podría activar proyectos detenidos por la falta de un marco regulatorio claro, fomentando la competencia, la innovación y fortaleciendo el ecosistema de pagos.
Una oportunidad para crecer
Finalmente, Mura destacó las dificultades del mundo emprendedor ante altos costos y desigualdad, y consideró la ley es un avance que impulsa la modernización y globalización de los pagos en Paraguay: “No es solo un marco legal, es una oportunidad para que los pagos en Paraguay crezcan, se modernicen y se conecten al mundo”.
Aunque anticipó resistencias, confía en que los beneficios superarán los desafíos. “Esta ley no solo mejora el presente, sino que abre el camino hacia un futuro más justo, eficiente y conectado para todos”, afirmó.
