Necesidad de la máxima transparencia del proceso eleccionario

El próximo 30 de abril se desarrollarán las elecciones generales 2023, uno de los acontecimientos más importantes en la vida democrática, porque cada ciudadano tendrá la posibilidad de decidir con su voto el futuro de la República, parar los próximos cinco años.

En la jornada eleccionaria se elegirá al próximo presidente de la República y a su vicepresidente, además de senadores, diputados, gobernadores y concejales departamentales.

Las campañas electorales de los principales candidatos se vienen desarrollando con relativa tranquilidad. Dentro de lo esperado, se dan los tradicionales ataques a través de los medios de comunicación y redes sociales, pero hasta el momento sin mucha virulencia. Es responsabilidad de los aspirantes que esto se mantenga así, para que la jornada del 30 de abril sea realmente una expresión de la civilidad y se motive una amplia participación, para dar legitimidad a quienes resulten electos.

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Si bien ya se utilizaron en las elecciones municipales, las últimas internas de diciembre pasado se pudieron notar muchos problemas con las máquinas de votación, en el sentido de la falta de familiaridad de los votantes con este método.

El Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), está llevando adelante interesantes campañas de orientación a los votantes, pero sería de gran ayuda que los mismos candidatos también desarrollen campañas educativas, de modo que en el día de las elecciones se evite el calvario de aguardar largas horas en la fila para votar.

Afortunadamente en las últimas elecciones con el sistema de conteo rápido, no fueron puestas en duda las actuaciones del TSJE. Sin embargo, por la trascendencia de las elecciones nacionales será de vital importancia que todo el proceso se realice con la mayor transparencia posible.

En ese sentido será importante el respaldo de los observadores internacionales, pero a nivel local también se están organizando movimientos sociales y juveniles para acompañar el proceso de transparencia electoral.

Hemos visto experiencia de otros países donde se pusieron en duda los resultados electorales, generando una gran incertidumbre e inclusive inestabilidad, que no desearíamos que suceda en nuestro país.

Autoridades del TSJE, candidatos y ciudadanía en general deben poner el máximo esfuerzo en que todo el proceso previo, en el día de la votación y hasta el conteo del último voto, se realice con la mayor transparencia posible, para evitar cualquier tipo de cuestionamiento posterior.