Bolt en Paraguay: una bendición y una maldición

Bolt
Bolt en Paraguay

La incursión de la plataforma de viajes Bolt en Paraguay, hacia finales del año 2020, significó al mismo tiempo una bendición y una verdadera maldición, para usuarios, conductores y las mismas autoridades.  

Hasta finales de 2020 en el mercado de drivers paraguayo solo operaban la plataforma internacional Uber y la nacional MUV, con tarifas razonables, pero que vinieron a hacer tambalear el negocio de los taxistas, al ofrecer mejores vehículos y viajes a precios más bajos. 

Pero en noviembre de 2020 comenzó a operar la plataforma Bolt, con tarifas exageradamente bajas, y en poco tiempo acaparó el mercado, forzando inclusive a la competitiva Uber a reducir el precio de los viajes. 

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El secreto del “éxito” de Bolt fue la facilidad para incorporar conductores, que le permitió disponer de una increíble cantidad de vehículos, que facilitaban a los usuarios disponer de uno en menos de dos a tres minutos.

Conducir para Bolt en Paraguay, una solución en tiempo de pandemia 

Para muchas familias, el ingreso de esta aplicación también fue una bendición en tiempo de pandemia, porque solamente hacía falta bajar una aplicación, completar un formulario, y luego salir a manejar y ganar dinero. Así de simple.  

Al mismo tiempo Bolt en pandemia fue una salvación para el gobierno, porque permitió descomprimir en alguna medida la crisis del Covid-19 que dejó a miles de paraguayos sin trabajo.  

Del otro lado de la vereda también significó una maldición para los conductores de otras plataformas, quienes hasta ese entonces registraban un buen nivel de ingresos, principalmente con Uber. Al ingresar una nueva plataforma más barata, se redujeron la cantidad de viajes en Uber y muchos conductores optaron por trabajar en todas las plataformas posibles, pero siempre Bolt es la que tiene más pedidos. Esto se tradujo para los conductores de Uber en una disminución considerable en sus ingresos. 

La tradicional avivada paraguaya

Bolt es aplicación creada en Stonia, en el 2013 por Markus Villig, un joven de 19 años, que pretendía en principio reunir en una aplicación a las compañías de taxi de su ciudad y como una respuesta al ingreso de Uber en Europa. En la actualidad es una multinacional que opera en varios continentes.

Bolt en Paraguay no tiene una oficina, ni siquiera un representante. Todo opera a través de la aplicación, lo que lo convirtió en un terreno propicio para la avivada paraguaya, que descubrió que se pueden adulterar documentos con un simple retoque de fotoshop, y de esta forma poner a trabajar vehículos viejos, sin condiciones mecánicas, sin seguro y ni otros requisitos que sí exigen las otras plataformas. 

La aplicación no detecta los documentos adulterados y esto hizo que el mercado de llene de conductores “mau”. A diario proliferan las quejas de usuarios, por maltratos y la falta de coincidencia del tipo de vehículo o del nombre del conductor que aparece en la aplicación. 

En las redes sociales abiertamente ofrecen adulteración de documentos para trabajar en la plataforma de Uber y Bolt.

Usar Bolt en Paraguay en vez del transporte público… peor es nada

En estas condiciones, Bolt no ofrece ninguna garantía para los usuarios, pero considerando el pésimo servicio de transporte público que tiene nuestro país, la gente sigue optando por utilizar el servicio que a la postre sigue siendo una salvación para los usuarios. 

Sin embargo, ahora Bolt se está convirtiendo ya en un problema para las autoridades. Las tarifas excesivamente bajas. (tarifa mínima 8.400 guaraníes y 2.450 guaraníes por kilómetros) hace que los conductores cada vez más deban pasar más tiempo al volante para juntar algo de dinero.  

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Reducción del precio del combustible

Cientos de familias dependen exclusivamente de este trabajo, pero los conductores cada vez ganan menos por el alto precio del combustible y la sobreoferta de vehículo hace que haya también menos demanda. 

Agobiado por esta realidad, los conductores de Bolt se aliaron ahora a los camioneros y están exigiendo a las autoridades la reducción del precio de combustible. Ahora Bolt se convierte en un problema para la sociedad porque al final, los contribuyentes paraguayos terminarán pagando la precariedad de una aplicación de una multinacional que ni siquiera tiene un interlocutor en el país. 

El problema de fondo es la falta de trabajo, que hace que las calles se llenen de conductores, quienes con esta actividad y a cualquier precio, buscan ganarse el pan.