SÁHARA MARROQUI (IX)

IGNACIO MARTINEZ

Emotivos actos me tocó vivir en la mismo lugar donde se vivió la Marcha Verde, realizada un 6 de noviembre de 1975. Una fecha como ese día, pero de 2020, había lanzado el libro «Una mirada Latinoamericana sobre el Sáhara marroquí». Hoy, tres años después, lo viví participando de los actos alusivos comprobando en sitio el orgullo del pueblo marroquí por la gesta cívica.

En un mundo tan convulsionado, es bueno reafirmar que la Marcha Verde se llevó a cabo sin recurrir a las armas, sino sólo por la fuerza de carácter, la tenacidad y el patriotismo de 350.000 ciudadanos. Esta multitud, pacíficamente, recuperó la soberanía del país sobre sus territorios, que siempre les perteneció por historia, geografía y legitimidad de origen.

Soy parte de un grupo internacional que participa del Raid Tanja Lagouira, que partió de Tánger el viernes pasado para llegar cuatro días después Dakhla. Somos testigos de la recordación de aquella Marcha Verde, incluso estando en el lugar donde se dio inicio y recorriendo también sitios por donde fue pasando aquélla pacífica caravana humana.

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Como un observador internacional opino que sí en 1975, dicha movilización, demostró la fusión entre el trono y el pueblo, hoy en 2023, puedo asegurar que ese vínculo está más sólido que nunca. La marroquinidad, si cabe la palabra, es cohesión nacional, libertad de los pueblos, apertura cultural, respeto de la soberanía, de la historia y de los antepasados.

Bajo el liderazgo de Omar El Alaoui, presidente de la Asociación ACCIÓN NORTE SUR y vicepresidente del Consejo Regional de Dajla Oued Eddahab, estuvimos en la plaza pública de Laayoune siendo uno más de las festividades. Allí autoridades públicas y privadas y el pueblo se unieron en una sola voz para reconocer el valor de la paz.

También se conoció la posición oficial del Rey Mohammed VI con motivo del 48º aniversario de la Marcha Verde. Destacó que era un día para celebrar la integración de la unidad territorial del país. Prometió que seguirá, sin pausa, el desarrollo, la modernización y la construcción, para honrar al ciudadano marroquí, aprovechando de la mejor manera las potencialidades que abundan en su país, particularmente en el Sahara marroquí.

Toda la comunidad internacional debe informarse del Sahara marroquí, si es posible llegar a la zona sur y comprobar con ojos, oídos y libre discernimiento lo que quiere la ciudadanía, y confirmar de manera autónoma el alto crecimiento social de toda la región sur. Hasta es posible que, a más de uno, le entre una sana envidia. Es que Marruecos actualmente, en poco tiempo, es la primera potencia en África y está a la par de varios países desarrollado del mundo. Creo que es la mejor manera de honrar la Marcha Verde de 1975.