La libertad de mercado, como principio, propicia la libre competencia, estimula a todos y a nuevos actores y, por sobre todo, beneficia al usuario. Creemos por ello que el Poder Ejecutivo debe promulgar la Ley de Sistema Nacional de Pagos para fortalecer, aún más, ese ideal de desarrollo que tiene una base en la convivencia armónica entre el capital y el trabajo.
Por encima de las posiciones e intereses sectoriales, guste o no, la República descansa en buen porcentaje sobre dos instituciones. Una se destaca por su eficiencia en el custodio de la democracia protegiendo el respeto a los resultados electorales. La otra se distingue marcando una política monetaria, base de la reconocida estable macroecononia paraguaya.
El primer estadio es mérito de la Justicia Electoral, cuya capacidad de gestión es un modelo de exportación. El segundo es obra del Banco Central del Paraguay (BCP). En el punto que nos concierne, tomamos a la entidad bancaria, como una de las instituciones sólidas en la República, por disciplina y profesionalismo, para confiar en su autoridad como garantía para ser el regulador en el mercado de pagos.
Paraguay debe encaminarse a estar, definitivamente, acorde al Siglo XXI, la era de la evolución de las tecnologías de pago. Hasta en el último rincón de la Patria va desapareciendo el pago tradicional en efectivo. Los medios tecnológicos, como los pagos por QR, transferencias, uso de tarjetas de crédito y débito, son realidades que llegaron para quedarse.
Estamos en una sociedad globalizada. De hecho, el mundo cambió. Anteriormente, sólo se podía pagar con efectivo. Sin embargo, eso evolucionó y actualmente casi todas las transacciones se hacen por medios electrónicos. El uso del efectivo va camino a la extinción, ya por ahora disminuyó enormemente.
Es más, ya no hay una sola alternativa al uso del efectivo como medio de pago. Cada vez aparecen más y más alternativas. En la medida que pasa el tiempo, con la incorporación de mayor tecnología de punta, cada ciudadano será testigo que los medios de pago se fueron multiplicando. Y eso es bueno!.
La Ley del Sistema Nacional de Pagos dará un toque de más empuje a la dinámica económica. Pues permitirá impulsar la competitividad de las mipymes. Los costos financieros más accesibles serán un aliciente al no representar obstáculos mayores a los márgenes de caja de los trabajadores independientes, y pequeñas y medianas empresas.
La Tribuna, fiel a su historia, apuesta a que el usuario tenga derecho a más y variadas ofertas. Dentro de tal premisa, abogamos por la promulgación de la Ley del Sistema Nacional de Pagos. ¡Así sea!