En este fin de semana se vivió una situación poco usual en el centro de Pedro Juan Caballero, cuando cuatro ciudadanos de nacionalidad brasileña se encontraban bebiendo en una lujosa vivienda céntrica y en un momento, decidieron realizar disparos con pistolas automáticas. Además de causar susto a la población, una de las balas cayó en una habitación destina a la hemodiálisis del Hospital Regional, ubicado a 1.500 de donde salió el proyectil.
A metros de la Dirección de la Policía Nacional del departamento de Amambay, cuatro brasileños se encontraban en la vivienda ubicada sobre la avenida Teniente 1° Juan Rigoberto Herrero Bueno y avenida Carlos Domínguez, cuando decidieron salir a descargar al aire de forma temeraria un arma de fuego de calibre 9 milímetros.
La cercanía del sitio con la Comandancia de la Policía, hizo que efectivos apostados en el lugar, al escuchar los disparos, rodearan el domicilio de donde presuntamente hasta el momento se realizaron los disparos de un arma automática. Entre la llegada de los efectivos y la orden de allanamiento del Ministerio Público, dio tiempo a quienes se encontraban el interior para esconder el arma de fuego, porque no pudieron encontrar en ningún sitio durante el operativo de allanamiento que se dio horas después.
En el sitio, los efectivos encontraron un total de 25 vainillas percutidas de una pistola calibre 9 milímetros, cartuchos sin percutir del mismo calibre, un cargador vacío de la marca Glock y cuatro ciudadanos de nacionalidad brasileña identificados como Fahd Hidar, Heitor Garcete Villalba, Mamedei Haidar y Rodrigo Oliveira Pina, quienes luego quedaron a disposición de la Fiscalía, que podría imputarlos por Perturbación de la Paz y Amenaza de Hecho Punible.
Bala perdida
Horas más tarde, se supo que una bala de similares características a la utilizada por los brasileños detenidos, cayó a la misma hora en el Servicio de Hemodiálisis del Hospital Regional de Pedro Juan Caballero, distante a 1 kilómetro y 500 metros del sitio allanado.
El proyectil transpasó el techo de tejas, perforó el cielo raso y cayó al piso a metros de un paciente que estaba siendo atendido en ese mismo instante. Afortunadamente la bala sólo causó daños materiales a la estructura del hospital sin realizar injurias a médicos o pacientes o dañando aparatos hospitalarios.
No obstante, esto marca otra marca de inseguridad que a diario se vive en la zona de frontera, donde nuevamente los accidentes por el uso irresponsable de armas de fuego son la constante en esta capital departamental.
