Por ANDRÉS RIQUELME
Especial para La Tribuna
La próxima semana la selección paraguaya podría confirmar su participación en la Copa del Mundo 2026.
Es un hecho relevante para el ambiente futbolístico y para toda la sociedad. Hay pocos hechos que proporcionen tanta felicidad colectiva a los paraguayos como saberse mundialistas.
La última vez que esta sensación invadió los corazones albirrojos fue el 9 de setiembre del 2009 al vencer a Argentina por 1 a 0 en el Defensores del Chaco con gol de Haedo Valdez (foto).
Aquella vez la alegría fue doble, porque además de asegurar un lugar en el mundial se sumaba un triunfo sobre la Albiceleste con Messi en la cancha y Maradona en el banco como DT. Un gran triunfo.
Ahora bien, aquella fue la cuarta clasificación consecutiva, algo que para esa generación de hinchas albirrojos era un logro habitual, ya que disfrutó de la mejor racha histórica de Paraguay en los mundiales: Francia’98; Korea/Japón 2002; Alemania 2006 y Sudáfrica 2010.
Sin embargo, en esta oportunidad se intenta poner fin a una frustrante racha de 3 mundiales con ausencia de la Albirroja, uno de ellos en Brasil, a pocos kilómetros de distancia, lo que hubiese permitido a miles de paraguayos vivir in situ por primera vez esa inigualable fiesta ecuménica.
A 16 años de aquella última alegría, ahora el reglamento de la Copa del Mundo está muy cambiado y muy favorable a las chances de los sudamericanos, ya que es el mundial que ofrece el mayor porcentaje de probabilidades de participación en toda la historia: el 60% de las selecciones de la Eliminatoria de la Conmebol estarán en Norteamérica en el 2026 y una sétima tendrá la chance de sumarse desde el repechaje, lo que indica que la eliminación sólo se determina para los 3 últimos.
Por lo tanto, la impaciencia habilita la interrogante: ¿Podemos clasificar en este combo?, ¿Cuánto nos falta para asegurar nuestro lugar?
A la primera de esas preguntas la respuesta es: SÍ. Entonces pasamos a la segunda interrogante. Para que en este combo se confirme nuestra clasificación, debemos:
1. Ganar ambos partidos: a Uruguay en Asunción y a Brasil en San Pablo, y que Venezuela empate o pierda como mínimo uno de sus 2 partidos.
2. Ganar un partido y empatar otro y esperar que Venezuela y Bolivia pierdan cuanto menos uno de sus dos partidos. Si uno de los dos gana sus dos partidos y el otro pierde uno, aseguraremos el repechaje cuanto menos.
3.Ganar un partido y perder el otro y esperar que haya un empate entre Venezuela y Bolivia en este combo y en el siguiente que empaten o pierdan ambos (Venezuela en Montevideo y Bolivia en La Paz ante Chile).
Los pesimistas preguntarán que pasa si perdemos el invicto en la era Alfaro ante la Celeste y luego se da la lógica en el Arena Corinthians. Y la buena noticia es que si la cosecha de puntos es nula en este combo, las chances seguirán estando para el combo de setiembre donde nos esperan partidos contra Ecuador en Asunción y contra Perú en Lima.
En este caso, nuestro peor escenario es que además de hacer cero puntos en este combo, Venezuela gane ambos juegos (ante Bolivia de local y contra Uruguay en Montevideo), si ocurre en esta combinación de resultados, la Vino Tinto nos dará alcance en puntos y la diferencia de gol, que hoy entre ambos en +6 a favor de Paraguay, determinará las posiciones con las que llegaremos al combo final.
Pero de todas formas en el último combo Venezuela la tiene difícil en Buenos Aires y termina ante Colombia de local. Por lo que un triunfo paraguayo sobre Ecuador en Asunción allanaría ese camino al Mundial, asegurando el repechaje cuanto menos, dejando fuera de competencia a los terceros en discordia, Bolivia y Chile que como mucho podrán llegar a esa instancia con 23 puntos (Bolivia) y 22 (Chile) y muchos goles en contra en la diferencia gol (hoy tienen -16 y -11, respectivamente).
Los futbolistas albirrojos
A lo largo de los 14 partidos que comprendió esta campaña hasta aquí, 41 futbolistas se pusieron la Albirroja, 25 de ellos en la era de Alfaro.
Esta cifra está en el promedio de cantidad de futbolistas utilizados en eliminatorias anteriores con similar esquema: 41 jugaron para Francia’98, 44 para Korea/Japón’2002; 41 para Alemania’2006, 36 para Sudáfrica’2010, 53 para Brasil’14; 48 para Rusia´18 y 44 para Qatar’22.
Los más participativos fueron:
En Partidos jugados: 1°) Ramón Sosa 14 (7 de titular y 7 de suplente); 2°) Matías Villasanti 13 y 3°) Miguel Almirón 12.
En Minutos Jugados: 1°) Miguel Almirón: 1017; 2°) Gustavo Gómez: 990 y 3°) Andrés Cubas: 860.
En Partidos de Titular: 1°) Miguel Almirón: 12; 2°) Gustavo Gómez 11; 3°) Andrés Cubas y Omar Alderete: 10.
Jugaron los 90 minutos: 1° Gustavo Gómez en 11 partidos; 2° y 3°) Júnior Alonso y Omar Alderete en 9;
Goles: 1°) Antonio Sanabria 4; 2° y 3°) Julio Enciso y Omar Alderete: 2; 4°, 5° y 6°) Diego Gómez; Miguel Almirón y Júnior Alonso con un gol cada uno.
El técnico
Gustavo Alfaro marcó sin dudas un antes y un después en el rendimiento albirrojo en esta eliminatoria.
En los 6 partidos previos a su llegada Paraguay había cosechado 5 puntos de 18 posibles (28%), tras haber ganado un partido, empatado 2 y perdido 3, hizo un solo gol y recibió 3.
Desde que el argentino de 63 años tomó las riendas, los cambios en esos números fueron radicales: 16 puntos de 24 posibles (67%), producto de 4 victorias, 4 empates y ninguna derrota en 8 presentaciones, habiendo anotado 10 goles y recibido 6.
Sus números son tan buenos que se puede afirmar que en estos 8 partidos superó la campaña Albirroja para Brasil 2014 (12 puntos en 16 partidos) con la mitad de los partidos disputados entonces; y ya igualó lo hecho para Qatar’2022 (16 puntos en 18 partidos) jugando menos de la mitad de partidos que en aquella oportunidad; y ahora, a falta de 4 fechas para la finalización de la presente Eliminatoria, está a un triunfo de igualar la cantidad sumada para Rusia´2018 (24 puntos en 18 partidos jugados), la mejor de las últimas 3 que significaron eliminaciones.
Por si todo esto fuera poco, contra Uruguay pude alcanzar un número de triunfos consecutivos de local que fue privativo en las campañas marcadas por el fracaso: 5 partidos ganados de seguidos en casa, racha que la Albirroja tuvo por última vez entre el 2007 y 2008 con el Tata Martino como DT, camino a Sudáfrica´2010.
De las 4 campañas exitosas que terminaron con clasificaciones mundialistas en 3 basamos nuestras esperanzas haciendo respetar nuestra localía: Para Francia’98, Paulo Carpeggiani logó ganar 5 al hilo entre 1996 y 97; para Korea/Japón 2002, Sergio Markarían alcanzó el récord al meter 7 triunfos seguidos de local entre los años 2000 y 2001. El único que no lo pudo hacer fue el Maño Ruiz camino a Alemania’06, quien alcanzó 4 victorias consecutivas.
Gustavo Alfaro, quien ya se convirtió en el primer DT de la Albirroja en mantener su invicto en los primeros 8 partidos oficiales dirigidos, tiene a su alcance otros dos récords:
Está a un partido de alcanzar el récord de juegos consecutivos sin perder por Eliminatorias, en poder de Paulo César Carpeggiani (9), y un dato con soporte estadístico pero que no se aparta de la curiosidad, es que también podría ser el primero en clasificar a Paraguay a una Copa del Mundo sin haber dirigido otro tipo de partidos distinto al de Eliminatorias (por ejemplo: amistosos, Copa América, etc) con el agregado de ser el que menos partidos necesitó (podría conseguirlo con 10).
Para establecer el dato del párrafo anterior bien vale un repaso de los técnicos que consiguieron poner a Paraguay en Copas del Mundo desde una Eliminatoria.
En este sentido, recordemos que José Durand Laguna (1930) y Manuel Fleytas Solich (1950) dirigieron en Mundiales a los que Paraguay asistió como invitado, por lo que debemos comenzar a contar desde 1957, cuando Aurelio González materializó la clasificación paraguaya a Suecia´58. Por entonces “El Gran Capitán” cumplía su segundo ciclo como DT Albirrojo (el primero entre 1945 y 1947 y antes de los juegos eliminatorios disputó 2 amistosos.
El siguiente fue Cayetano Ré, quien nos llevó a México´86. El “Pichichi” con el Barcelona en 1964 dirigió 11 amistosos antes de materializar nuestra clasificación, todos en 1985.
Entre 1996 y 1997, Paulo Carpeggiani dirigió a la selección en 6 amistosos y 4 partidos de la Copa América de 1997 antes de clasificar a Francia´98.
Sergio Markarián dirigió a Paraguay en 11 amistosos, 6 de ellos antes de iniciar la Eliminatoria a Korea/Japón’2002 y además tuvo la Copa América 2001 (3 partidos) antes de certificar el pasaporte al primer mundial asiático de la historia.
Aníbal Ruiz por su parte tuvo 19 amistosos, entre el 2002 y el 2005, 14 de ellos antes de iniciar la competencia Eliminatoria a Alemania’06.
Gerardo Martino tuvo 18 partidos de preparación, 5 amistosos antes de iniciar el camino a Sudáfrica’2010 y 9 durante el mismo, además de la Copa América de Venezuela 2007 donde tuvo otros 4 juegos.
Por lo tanto, Alfaro podría ser el primer DT albirrojo en clasificar a un mundial sin haber disputado ni amistosos ni Copa América y con el agregado de ser el que menos partidos dirigió para conseguirlo.