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martes, 3 de diciembre de 2024
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En primer debate de segundo turno, Lula y Bolsonaro se sacaron chispas

En un debate donde la palabra “mentiroso” se repetía a cada minuto por ambos candidatos, Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Mesías Bolsonaro, realizaron su primer debate televisado en la red nacional brasileña de cara a las elecciones del próximo 30 de octubre.

Ambos candidatos, tuvieron 30 minutos en el primer bloque para un debate cara a cara con preguntas y respuestas directas.

En cada oportunidad que ambos tenían la palabra, se trataron de mentirosos, tomando como base temas varios como pandemia, crimen organizado, desarrollo vial y temas militares al final de sus respectivos tiempos.

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En el segundo bloque respondieron a periodistas como separación de poderes en Brasil, economía, políticas publicas y fake news, además de relación de poderes y gobernabilidad.

Ya ingresando en el tercer bloque de debate, nuevamente un ping pong de preguntas entre los candidatos, con preguntas de los presentadores.

Esta vez, respondieron sobre el tema de educación y desigualdades con un minuto y medio de tiempo.

En el cara a cara final fue donde se notó más duro se dieron en el debate, nuevamente tuvieron tiempo de 15 minutos cada uno, teniendo un total de 30 minutos de conversación conjunta como en el primer bloque. Esta vez, el actual presidente inició esta segunda vuelta de preguntas. En este orden, ambos candidatos hablaron sobre Petrobras.

Lula, aprovechó para dirigirse a su adversario para amenazar que si llega a la presidencia, lo primero que va a realizar es derogar sus decretos de sigilo.

En respuesta, se notó el nerviosismo del ex presidente y candidato a otro periodo cuando Bolsonaro puso la mano sobre su hombro izquierdo y enseguida, Lula mudo el discurso para el lado de las Fuerzas Armadas de Brasil.

Bolsonaro dejó nervioso a Lula con la mano encima del hombro. Imagen: Band

A la hora de responder, Bolsonaro le sacó en cara sus endeudamientos, las refinarías no concluidas, la compra de chatarra del extranjero, la entrega a Evo Morales de dos refinerías. Recordó además sobre el escándalo de corrupción de empresas en su mandato.

En réplica, Lula habló sobre este punto que todos los involucrados en ese punto se confesaron, porque cada persona que confiesa un crimen es porque el cometió el crimen dijo el candidato del Partido de los Trabajadores (PT).

En este sentido fustigó al candidato del Partido Liberal (PL), que él no necesito cerrar algunas empresas y recordó sobre el Polo Petro químico de Itaboraí, un complejo científico que se encontraba al 85% listo para funcionar y por causas de denuncias realizadas por el Gobierno Bolsonaro, las cuales ni la mitad pudieron ser probadas.

Bolsonaro, retomando el tema Petrobras, mencionó que esa empresa fue transformada por Lula en un remate por causa que este dejó las direcciones a cargo de favores políticos a diferentes partidos, da Silva reaccionó diciendo que no mienta que es feo y tuvo que ser parado por los moderadores.

El candidato del PL le recordó sobre el BNDS, principal banco de desarrollo del país vecino, que ayudó a Venezuela a tener servicio de Metro en su capital Caracas y en Belo Horizonte, capital Minas Gerais, no tienen metro. Al momento, Lula levantó la mano para hacer su reclamo como derecho a réplica.

Bolsonaro además le dejó la culpa de que muchos males de corrupción de Brasil, fueron en su administración.

Al tomar la palabra calificó al actual presidente como mentiroso, sabiendo bien que su propio gabinete presidencial es el que proponen por consejo a los directores de Petrobras. Aprovechó su momento y el poco tiempo que le restaba para preguntar al presidente porque no actualiza el salario mínimo en Brasil.

A su tiempo, Bolsonaro dijo que la corrupción en el gobierno de Lula, un tiempo sin guerra ni pandemia, hizo que caiga la economía del Brasil. Si bien todo el mundo decía que el país caería 10%, realmente fue así pero luego se recuperaron, aún con pandemia y una guerra internacional.

Siempre sobre el tema de economía, el candidato del PL preguntó abiertamente ¿quién será su ministro de economía?, no tuvo respuesta.

Acabando el tiempo de Lula, Bolsonaro preguntó además sobre las relaciones de Lula con los dictadores internacionales, como Daniel Ortega y explicando las arbitrariedades que realiza en su país, Nicaragua. Hablo de Gustavo Petro en Colombia quien habló en la ONU de la despenalización de la Cocaína.

Finalmente, Bolsonaro quien había ahorrado 5 minutos de su tiempo, habló sobre quien es y fueron dirigentes de izquierda en América Latina, recordando que todos son del Foro de Sao Paulo, todos amigos. Y pidió comparar como les va ahora a todos esos países a nivel socioeconómico, con la caída económica de Argentina.

Reclamó que Lula no tiene respeto por las religiones, cerró iglesias e invitó a ir al Estado de Roraima para ver como los venezolanos cruzan las fronteras brasileñas, hombres y mujeres huyendo y pesando hasta 15 kilos abajo de sus niveles normales.

El presidente incluso dijo que ni siquiera llegan perros y gatos de ese país porque todos ellos fueron comidos en Venezuela. Ellos votaron a quienes les mintieron como Lula, que prometió picañas y cervezas para su pueblo, lo mismo que promete Lula si sale presidente.

Lula encarando a Bolsonaro llamándolo mentiroso a cada momento, Bolsonaro de la misma forma. Foto: Band

Ambos candidatos realizaron también sus consideraciones finales, Bolsonaro habló de lo que él quiere para su país, quiere un país donde sea respetado la libertad de expresión, tener la seguridad que su hijo cuando va a la escuela no sea ideologizado, como por ejemplo la ideología que quieren imponer del lado de allá.

Dijo que su gobierno está en contra del tráfico de drogas, respeto a la libertad de culto, respeto a la vida desde la concepción, se auto calificó como contrario al aborto, sí a la propiedad privada, no a invasores de tierra con respeto a los hombres del campo, derecho a la legitima defensa, ese es el país que queremos, finalizó el presidente Jair Bolsonaro.

En sus consideraciones, Lula dijo que su adversario es el mayor caradura para decir verdades porque quien apoyó una ley de libertad religiosa fue él mismo, quien defiende la democracia soy yo y no el candidato contrario que se cree un dictadorcito que quiere ocupar la Suprema Corte, quiero gobernar el país con democracia, como ya goberné dos veces.

Voy a dar prioridad al pueblo porque tenemos 33 millones de personas teniendo hambre y justamente, cuando yo hablo de que vamos a comer un asado, es porque cuando sea presidente, vamos a volver a comer todos un asadito y tomar cerveza y cuando digo eso, él queda loco porque él piensa que sólo el puede. Nosotros podemos y vamos a comer un asadito, encerró el candidato Lula da Silva.