Por segunda vez, Maduro no puede asistir a un evento internacional

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó que no participará en la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) que se celebra en Buenos Aires con la participación de representantes de 33 países de América Latina y el Caribe. Lo sustituye su canciller, Yván Gil Pinto.

Varias protestas hubo en Argentina contra Maduro, inclusive la oposición pidió que si éste llegaba a la Argentina, debía ser detenido por violaciones de derechos humanos. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, celebró la decisión y felicitó a todos los que hicieron posible para impedir la llegada del presidente venezolano.

Será la segunda cancelación de viaje en menos de un mes. A inicios de enero canceló su misión a Brasilia, donde debía participar en la ceremonia de toma de posesión de Lula.

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«En las últimas horas hemos sido informados de manera irrebatible de un plan elaborado en el seno de la derecha neofascista, cuyo objetivo es llevar a cabo una serie de agresiones en contra de nuestra delegación encabezada por el presidente”, dice un comunicado del gobierno venezolano.

En consecuencia, tomó «la decisión responsable” de enviar al canciller, Yván Gil, «como jefe de delegación con las instrucciones de llevar la voz del pueblo de Venezuela», agrega.

Según el gobierno de Maduro, los sectores de la derecha “pretenden montar un show deplorable a fin de perturbar los efectos positivos” de la cumbre, “y así contribuir a la campaña de descrédito” contra Venezuela.

Jefe de Gobierno celebra

Sin embargo, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, celebró la decisión de Maduro. “Es una muestra de lo que podemos lograr cuando nos ponemos firmes contra los dictadores que violan la libertad, los valores democráticos y los DDHH en la región”, afirmó Rodríguez.

También el Foro Argentino para la Democracia en la Región (Fader) había denunciado ante la Justicia argentina a Maduro, junto a sus pares nicaragüense, Daniel Ortega, y cubano, Miguel Díaz-Canel, para que sean investigados por “crímenes de lesa humanidad”.

Además, muchos venezolanos residentes en Argentina habían solicitado que la Justicia argentina lo llamara a indagatoria “por los crímenes de su gobierno”.