Mano a Mano en Argentina

Las elecciones en Argentina han arrojado como resultado principal un enfrentamiento entre Sergio Massa y Javier Milei. El balotaje se llevará a cabo el próximo 19 de noviembre. Ambos contendientes competirán por la presidencia después de haber obtenido el 36% y el 30% de los votos respectivamente, buscando atraer la mayor cantidad posible de votos del 34% del electorado que votó por candidatos que no lograron llegar al balotaje.

Nada está decidido. La conducta del electorado será incierta a pesar de la polarización reinante en el país vecino. El modo en que se repartirán los votos de los partidos derrotados en la primera vuelta es una incógnita que tal vez se vaya dilucidando en estos 28 días. Las alianzas que se formen serán trascendentales y posiblemente controvertidas, ya que las campañas políticas han sido ásperas y todos los candidatos han realizado duras declaraciones unos sobre otros. Se deberá ver si hay marcha atrás en estas posiciones tan rígidas, tanto por parte de los que siguen en la carrera como de los que no.

Estas elecciones han sido inusuales, ya que ha existido incertidumbre absoluta respecto al resultado hasta el conteo oficial de los votos. Ni siquiera los candidatos, sus asesores ni sus allegados han manejado números ni mucho menos aventuraron vaticinar en qué sentido culminaría el escrutinio. La cautela reinó por parte de todos los candidatos hasta las últimas horas de la noche en que se oficializaron los resultados.

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El resultado final será de interés para Paraguay. Con el actual gobierno argentino, ha habido roces en los últimos meses. La deuda de Yacyretá y el cobro de peaje en la Hidrovía han tensado las relaciones entre ambos países. El candidato Massa pertenece a la misma fuerza política que el gobierno actual, lo que sugiere que la postura argentina podría mantenerse. Por su parte, el candidato de derecha Milei podría congeniar con nuestro actual gobierno, que se identifica como de centro-derecha.

Solo queda esperar hasta el 19 de noviembre, fecha en que finalmente se decidirá el futuro argentino y, consecuentemente, el de miles de compatriotas radicados en el país vecino. Después de esa fecha, nuestro gobierno también tendrá la oportunidad de diseñar una estrategia de negociación acorde a las nuevas autoridades argentinas, pero sin perder de vista el interés de nuestro país.

Toda la región observa atentamente este proceso electoral con la esperanza de que quien asuma sea capaz de revertir la difícil situación en la que se encuentra sumida Argentina, principalmente en el aspecto económico, y de que el cambio de gobierno traiga nuevos aires de progreso no solo para su país, sino también para Sudamérica.