Las obras públicas generarán miles de empleos y dinamizarán la economía

Aunque ya no tienen mucha visibilidad, aún existen secuelas de lo que dejó el Covid. El Gobierno actual hizo un esfuerzo por enfrentar la pandemia, pero no incluyó en su agenda la recuperación económica. De hecho, ya no lo hará, por lo que la responsabilidad recae en el nuevo Ejecutivo que asumirá en agosto próximo.

La pandemia provocó una importante disminución de los ingresos de las familias paraguayas. Solo por mencionar el sector que más representa a la clase media, muchas de las Mipymes experimentaron reducciones de hasta el 70% en sus ventas durante el momento más crítico. Incluso varias empresas tuvieron que cerrar.

Además, existen ciudadanos y trabajadores que no logran hacerse escuchar porque no están organizados. Esta gente anónima sigue viviendo en un estado de abandono. Es comprensible que la situación haya tomado por sorpresa a los gobiernos de todo el mundo. Fue necesario implementar numerosas políticas y herramientas sin precedentes o que nunca se habían utilizado a esa escala en las economías emergentes.

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Hoy en día, el desafío es adoptar una política de Estado agresiva. Las Mipymes, los empresarios y los comerciantes, que también se vieron afectados por el Covid, no tienen un acceso rápido al crédito. Sin duda, no todo se basa en créditos o subsidios. Se requiere una aplicación enérgica y decidida de un impulso a las obras públicas. ¿Por qué no también a través de alianzas público-privadas? Además, es necesario romper con esas burocracias odiosas para fomentar la instalación de nuevas industrias, empresas, fábricas, etc.

Las obras públicas dinamizarán la economía al proporcionar empleo a constructores y trabajadores de la construcción en la construcción de carreteras, puentes, escuelas, hospitales, viviendas sociales y económicas, entre otros proyectos. Estas tareas ya deben formar parte de los planes del presidente electo, Santiago Peña.

Confiamos en que el nuevo Gobierno pondrá su atención y acción en la plena recuperación de los ingresos de miles de familias que aún no se han recuperado de los efectos del Covid. Más que un reclamo, es un deber del gobierno de Santiago Peña.