Censaron hasta casa abandonada

Luego de la jornada del Censo 2022, muchas historias surgieron con la experiencia de los censistas que llegaron a los domicilios de todo el país y también a donde no llegaron antes de las 18:00 del día miércoles 9 de noviembre. Pero una singular historia sorprendió a una familia que sigue a “La Tribuna” y nos comentaron del caso.

La calle es Leandro N. Alem y Sauce del barrio Villa Adela de Luque. En una casa compuesta de seis miembros, desde las 5:00 de la mañana, hasta prepararon un rico desayuno para los voluntarios del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), al mediodía les esperaba un guiso y a la tarde una merienda. Nunca llegaron para aprovechar la amabilidad.

Esta historia es repetida en varias zonas del país donde el sentimiento es similar por haber perdido un día sin trabajar, aguardando que se los cense hasta que pasó el horario de espera.

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El caso de un lector de nuestro medio, quién vive en el lugar mencionado, nos pareció atípico. Nos cuenta que censistas llegaron a un dúplex abandonado cerca de su casa y aunque no llegaron a tomar los datos del hogar, lo mismo colocaron la calcomanía de vivienda censada.

Sin embargo, luego de esperar todo el día, no aparecieron en su domicilio para tomar la correspondiente encuesta.

Experiencias deberían ser tomadas en cuenta

Si bien el INE ya anunció un plan de recuperación para que aquellos que no fueron censados tengan la oportunidad de incluir sus datos, salta a la luz algunos problemas de organización como censar a una casa abandonada a la cual colocaron la misma señal utilizada en una que ya fue censada.

A la par deja un rosario de falencias a ser tenidas en cuenta para el Censo 2032, época que tal vez por primera vez implementen una encuesta digital en tiempo real y no recurran al viejo papel que hasta por el lápiz a ser usado levantó polémica.

Cuentan además casos de voluntarios cuyos compañeros censistas, ya al mediodía desistían de la tarea de un sólo jornal que a la par, era remunerado por el INE.

En ciudades del interior faltó insumos que debieron ser subsanados al vuelo por los propios colaboradores y en algunos casos básicos como simples sujeta carné donde incluso hasta los tapabocas tuvieron que ser sacrificados para utilizar la goma como porta credencial.

El lado positivo, la alta colaboración de la ciudadanía que ya fue censada y demostraron civismo y respeto a quienes los visitaron.

Dúplex abandonado en el barrio Villa Adela de Luque. Pese a estar cubierto de malezas, los censistas supuestamente tomaron datos del sitio.