Kronaweter debe dejar el cargo, su minuto de fama ya terminó



La falta de ética conlleva al descrédito. Eso es más fuerte, incluso, que el marco legal. Es un mal endémico que golpea al Paraguay. Cómo si faltara más hechos y ejemplos viene Enrique Kronaweter a pretender seguir en el Consejo de la Magistratura sin tener la representatividad del Ejecutivo que asume éste 15 de agosto.

Ya por algo el equipo de Abdo Benítez enfrentó a Santiago Peña en las internas partidarias. Esa legitimidad popular, con su victoria en esas primarias y luego en las nacionales, permite al presidente electo elegir a su representante en el Consejo de la Magistratura. Sin embargo, Kronaweter, por seguir ganando minutos de fama ante un sector de la prensa, quiere atornillarse en el cargo.

Presidente de otro poder de Estado; el titular del Congreso Nacional, Silvio Ovelar, sostuvo, igualmente, que Kronawetter debe presentar su renuncia al cargo una vez que asuma el gobierno de Peña. Es lo lógico. Es lo racional. Es lo cuerdo. Empero, el citado abogado expresó que no tiene pensado renunciar, aduciendo que su designación va hasta el 2026.

Es cierto, la ética y la política, muchas veces, como con la conducta de Kronaweter, andan por caminos diferentes. Hablamos de un profesional de derecho que de cada cinco entrevistas de prensa, en al menos tres, quiere dar cátedras del valores, como la ética. Obviamente, en lo que respecta a él, por lo visto, hay un largo trecho entre sus dichos y sus hechos.

Somos un medio de prensa que asumimos una postura. Por ello, hoy en nuestra línea Editorial decimos que Kronaweter debe dejar el cargo. Es potestad del Ejecutivo, que asumirá un nuevo mandato, llevar a su persona ideal en un órgano tan importante, como es el Consejo de la Magistratura. Es contradictorio, que raya la paranoia, que el representante del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura no tenga coincidencias ni relación de confianza con el presidente de la República.