El viceministro de Transporte, Emiliano R. Fernández confirmó que el proyecto de reforma del sistema de transporte público se encuentra en la etapa final de elaboración y que se prevé su entrega al presidente de la República Santiago Peña durante el presente mes de mayo.
A partir del Poder Ejecutivo, se podrá remir posteriormente al Congreso Nacional para su estudio y eventual aprobación por parte de ambas cámaras legislativas.
Casi completa la reforma del transporte público
El viceministro explicó a la 970 AM que el proceso fue largo porque se socializó el borrador con diversos sectores de la ciudadanía, organizaciones sociales e instituciones públicas.
“Discutimos ampliamente”, señaló el viceministro, y agregó que incorporaron o valoraron muchas de las sugerencias recibidas durante la revisión del documento.
Fernández reconoció que no alcanzaron un consenso total con todos los sectores, pero aclaró que el documento final incluye los aportes que el equipo técnico del Viceministerio consideró pertinentes.
En ese sentido, reiteró que se trata de un borrador enriquecido por esta dinámica participativa, y que una vez en el Congreso, será objeto de un debate más profundo para su validación o rechazo.
El plazo autoimpuesto por el gobierno para enviar el proyecto al Congreso vence este mes de mayo.
El viceministro enfatizó que esta es la meta inmediata y aclaró que el presidente de la República debe validar el texto antes de que se remita.
También se refirió al procedimiento posterior, explicando que será el titular del Congreso quien determine los mecanismos para el tratamiento legislativo del proyecto.
El Banco Mundial y los nuevos datos sobre movilidad urbana
Durante la entrevista, Fernández también abordó el contenido de un informe divulgado por el Banco Mundial, que revela que apenas el 7% de los viajes diarios en el área metropolitana se realizan en transporte público, mientras que el 78% se efectúa en vehículos particulares, ya sean autos o motocicletas.
Este dato, que ha generado controversia por su divergencia con cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), proviene de un trabajo conjunto entre el Banco Mundial, el Ministerio de Transporte y la empresa argentina Walabi, con base en tecnologías de big data obtenidas a través de redes de telefonía celular.
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Base de datos empírica
El viceministro explicó que esta base de datos es la primera gran herramienta empírica que el gobierno utilizará para sustentar la reforma del sistema de transporte público.
Detalló que la información recolectada se basa en los desplazamientos reales de personas que utilizan celulares, permitiendo mapear los patrones de movilidad con una precisión inédita para el país.
Aunque reconoció que los datos aún están en fase de “estudio de robustez”, sostuvo que sirven como una primera aproximación confiable a la realidad cotidiana del tráfico y la movilidad.
En contraste, indicó que las cifras del INE responden a una metodología distinta, basada en encuestas puntuales, mientras que esta nueva herramienta refleja desplazamientos continuos y masivos en tiempo real.
Fernández no eludió la discrepancia estadística, pero sostuvo que ambas fuentes son complementarias. Aclaró que los 8 millones de viajes registrados por día incluyen todo tipo de desplazamientos: a pie, en bicicleta, en vehículos privados, en moto o en bus, siempre y cuando el usuario porte un celular. “Ese es el universo que estamos analizando”, remarcó, y señaló que la información servirá para definir nuevas rutas y modelos de operación.
El tren de cercanía, aún sin concreción, sigue en paralelo
Consultado sobre el proyecto del tren de cercanía, el viceministro admitió que, pese a haber sido anunciado hace tiempo, no presenta avances visibles y continúa sin fecha concreta de implementación. No obstante, indicó que el plan no se maneja de forma aislada, sino dentro de un contexto más amplio de movilidad urbana, que incluye autopistas, obras viales y, por supuesto, la reforma del transporte público.
Afirmó que el Viceministerio de Transporte ha trabajado en estrecha coordinación con el equipo técnico del tren de cercanía, especialmente en la elaboración de estimaciones de demanda, que son fundamentales para calcular tarifas, frecuencias y rentabilidad. También mencionó que están en estudio las posibles modalidades de integración de buses alimentadores al sistema del tren, los cuales podrían formar parte del circuito premisario del BMT, a través de un proceso de licitación independiente o financiados directamente por el proyecto del tren.
Sobre los recursos financieros, Fernández evitó confirmar cifras definitivas, pero respondió a la mención de una posible inversión de 50 millones de dólares para la reforma del transporte público señalando que dicha suma es una estimación razonable para la etapa inicial. En cambio, el tren de cercanía, según datos previos, implicaría un piso de 300 millones de dólares, un contraste que refleja claramente la escala y ambición diferenciada de ambos proyectos.
El viceministro concluyó que ambos emprendimientos el tren y la reforma, deberían integrarse de manera funcional, aunque admitió que por ahora avanzan en paralelo y en distintos niveles de concreción.
La gran incógnita sigue siendo si el tren de cercanía logrará superar el estancamiento actual y si finalmente se alineará a la reforma integral del transporte urbano.
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