En la era de la información, el MEC sigue apostado a un sistema de enseñanza arcaico

La compra y distribución de los kits escolares, por el MEC, es un lucrativo negocio, para las imprentas y empresas transportadoras.

El gobierno anunció que a través del Ministerio de Educación y Ciencias ya comenzó la distribución de los kits escolares, en los departamentos más alejados.

El inicio de las clases está previsto para el 20 de febrero próximo y se espera que con esta medida los útiles puedan llegar a todos los beneficiarios, al iniciarse las actividades escolares.

Se anunció que cerca de 1.400.000 alumnos recibirán los útiles para el año lectivo 2023 y el presupuesto del Ministerio de Educación y Ciencias para este año contempla una inversión de 122 mil millones de guaraníes en la compra de los insumos.

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En la era de la información el programa educativo del ministerio de Educación y Ciencias sigue apelando al pizarrón, la tiza, los cuadernos y al mismo tiempo eso se convierte en una carga para los padres con la compra de útiles, que deberán llenar las mochilas.

El programa “una computadora por niño” iniciado en Cordillera en el 2008 arrojó resultados positivos en cuanto al aprendizaje, el desarrollo de conocimiento, el acceso a bibliotecas virtuales y las mejoras en la actividad de los docentes.

“Los docentes señalaron que el desarrollo pedagógico actual es más eficiente, debido a que el menor uso del pizarrón permitía ahorrar tiempo, que era dedicado a actividades más pedagógicas. El trabajo también es considerado como más creativo por el hecho de acceder a más herramientas e informaciones”, señala un estudio realizado sobre la experiencia.

En todo el mundo la revolución digital y la irrupción en el mercado de los nuevos dispositivos electrónicos han favorecido el desarrollo de los libros de texto electrónicos, tabletas y otras herramientas que, para algunos, están llamados a ser los sucesores de los libros impresos, utilizados tradicionalmente en los centros escolares como principales soportes para la educación y aprendizaje de los alumnos.

La digitalización educativa se ha acelerado tras la irrupción de la pandemia ya que las instituciones educativas empezaron a implementar las clases virtuales y el uso del teléfono celular para la enseñanza.

La aplicación de la tecnología de la información y la comunicación en las aulas han demostrado que pueden ofrecer experiencias rápidas de acceso a la información para los alumnos.

“Para los estudiantes, la apertura al mundo que posibilita Internet, les permite tener nuevas ideas, enriquecer su vocabulario, entrar en relación con nuevos compañeros, entre otros, hechos valorados por los alumnos que vienen de familias con menores recursos y que lo ven como una oportunidad real de estar en una posición de igualdad con estudiantes de colegios privados”, señala una parte de las conclusiones sobre la experiencia de “Una computadora por niño en Cordillera”.

La implementación de las computadoras en las aulas facilitan a los estudiantes actividades como leer libros, usar enciclopedias y diccionarios, escribir textos, ver videos, buscar en bases digitales, elaborar archivos multimedia, ver y analizar productos televisivos, crear sitios web, comunicarse mediante email y foros. En general, amplían enormemente el horizonte de los educandos.

A pesar de todas estas ventajas, el programa educativo del MEC, en pleno siglo XXI sigue apostando al sistema arcaico de aprendizaje, destinando millonarios presupuesto en licitaciones para compra de útiles, cuando que bien podría haberse dado ya un paso y preparar a las próximas generaciones para familiarizarse con la tecnología y estar en condiciones de competir en el mundo globalizado.

Los fondos recibidos en compensación por la energía cedida al Brasil en Itaipú deberían haberse destinados a fomentar el usos de la tecnología en las aulas. Sin embargo, fueron dilapidados por intendentes y gobernadores corruptos, en negociados y obras inservibles. A pesar de todo eso, sigue la repartija.