Mercosur plantea negociaciones con grandes bloques, pero no supera vaivenes internos de países miembros

Autoridades de países miembros del Mercosur avanzan en conversaciones para hacer efectivo el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea. El presidente brasileño Inacio Lula da Silva conversó la semana pasada con el presidente francés Emanuel Macron, mientras que el canciller argentino Santiago Cafiero viajó a Bruselas para reiniciar las tratativas para el acuerdo. 

Tras la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el presidente Lula da Silva había declarado que la prioridad es intensificar las discusiones y firmar el acuerdo con la Unión Europea y posteriormente debatir la negociación con el gigante asiático.

El Mercosur había entrado en una crisis con la intención de Uruguay de negociar de forma unilateral, fuera del bloque regional, con China y suscribir otros acuerdos.

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Argentina, Brasil y Paraguay advirtieron a Montevideo que podrían tomar acciones, si la administración de Lacalle Pou continuaba en esa línea. Uruguay cree que se necesita un Mercosur más flexible, ya que el asumir convenios bilaterales es más factible y efectivo que los acuerdos en bloques.

“Le he dicho al presidente Lacalle y les he dicho a mis ministros que vamos a intensificar las discusiones y firmar este acuerdo con la Unión Europea para que podamos debatir entonces una posible negociación entre China y Mercosur. Creo que es posible”, dijo Lula tras el encuentro en Buenos Aires.

Tanto Argentina como Brasil ya avanzaron para reflotar el Tratado con la Unión Europea, que había quedado estancado por las posturas del anterior presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en cuanto a las cuestiones referidas al medioambiente. Con el cambio de gobierno, y el compromiso de Lula de la defensa de la Amazonia se aceleran nuevamente las conversaciones para hacer efectivo el acuerdo con la Unión Europea.

La semana pasada Lula mantuvo una reunión telefónica con su par francés Emanuel Macrón, e insistió en la necesidad del libre comercio entre Sudamérica y Europa. El presidente brasileño dijo estar de acuerdo con la idea planteada por Lacalle Pou, que se basa en la necesidad de modernizar y “abrir” el bloque a otras regiones.

En la misma línea Argentina ya avanzó para dinamizar el acercamiento a Europa. El canciller argentino, Santiago Cafiero, estuvo la semana anterior en Bruselas y dialogó con las autoridades de UE sobre temas que habían impedido avanzar en el acuerdo, referidos al Pacto Verde, con efectos negativos en las principales exportaciones del Mercosur hacia la UE, especialmente de productos como soja, carne vacuna, madera, biodiesel.

El Mercosur todavía plantea una serie de debilidades y no pasa de ser una unión aduanera imperfecta, donde las decisiones políticas en el bloque están condicionadas por las mezquindades políticas internas. Los cambios de colores en la administración de los países del bloque significaron avances y retrocesos, que dificultan una negociación en bloque.

Venezuela está suspendida desde hace cinco años. Ahora con el cambio de gobierno en Brasil se plantea nuevamente su reingreso. Cuando Fernando Lugo fue destituido por un juicio político, Paraguay también había sido suspendido.

En este mismo momento, Paraguay viene quejándose, sin encontrar respuesta, porque Argentina en forma unilateral, empezó a aplicar un peaje en la hidrovía. Ni siquiera se ha avanzado en la ciudadanía, por los engorrosos trámites que se deben realizar en los pasos fronterizos.

Después de 30 años, el Mercosur no puede mostrarse como un bloque consolidado, que esté por encima de los conflictos domésticos de los países miembros para avanzar en las negociaciones como bloque.