Además de Seifart, el Palacio baraja otras cartas para FGE dando así la sensación que todo está cocinado

Varios son los candidatos del oficialismo del Gobierno para liderar el Ministerio Público. Eso es así porque cada parcela con influencia en el Palacio de Gobierno tiene su propio postulante. Algunos son ex fiscales, otros son altos funcionarios y también están nombres acercados mediante esa relación que tiene el Presidente de la República con sectores que, por fuera del Partido Colorado, en todo éste tiempo de cuatro años, apoyaron su gestión.

La renuncia de Mónica Seifart puede obedecer a la decisión de que ella sea la nueva fiscal. La otra versión que se maneja en la calle es que su nombres fue lanzado como simple cortina de humo y que en verdad son otros los postulantes. Sí se menciona que ella tiene el apoyo de la Primera Dama.

Otra persona que juega en silencio su partido es René Fernández, actual titular de Seprelad y ex ministro Anti Corrupción. Éste tendría el visto bueno del propio Abdo Benítez y el respaldo de una senadora con ascendencia sobre el gobernante. Ésta, igualmente, tiene como alternativa al abogado Guillermo Cacavelos, defensor de varias figuras imputadas.

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También se citan en el ruedo partidario que en una posición de competencia están Carlos Arregui, que también cae bien al titular del Ejecutivo y a la senadora en cuestión. Otros nombres son Federico González, actual ministro de Interior y hombre de confianza de Abdo. También están Hernán Huttemann, miembro del anillo palaciego, y Cecilia Pérez, asesora directa del Jefe de Gobierno. Tampoco descartan a Arnaldo Guzzio, muy cercano al Presidente.

Lo cierto es que éste lunes, el Consejo de la Magistratura fijó una sesión extraordinaria a fin de iniciar la convocatoria para el próximo Fiscal General del Estado, en reemplazo de Sandra Quiñonez, cuyo mandato vence recién en marzo del 2023. Otro tema que se maneja es que con eso de llenar los nombres de posibles candidatos oficialistas tiene como objetivo desalentar a personas potables e independientes a presentarse, dándose así que todos ya está cocinado por la clase política. De ser así, sería terrible para la institucionalidad de la República.