Caen como piezas de dominó los casos de vehículos “cabritos”

El domingo pasado inició un verdadero escándalo cuando la funcionaria del Ministerio Público Claudia Guillén fue demorada por agentes de Control de Automotores de la Policía Nacional en la Costanera de Asunción luego de una persecución que inició sobre Calle Última. A raíz de esto, saltaron varios casos muestran que el iceberg de esta mafia de autotráfico no solo viene funcionando desde hace tiempo sino tiene importantes tentáculos a nivel nacional e incluso internacional, y en el epicentro de todo parece estar totalmente involucrada la Policía Nacional.

El caso que hizo estallar el escándalo. La funcionaria del Ministerio Público huyó de policías de civil que querían «controlar» el vehículo que aparecía como robado. Hoy ella está detenida, y denunciando que es «apretada» para no entrar en detalles del caso.

Camioneta clonada en el interior

Uno de los llamativos casos conocidos en estos días, se dio cuando una persona que obviamos su nombre para no comprometerlo pero lo llamaremos «el dueño», quien denunció que desde una playa de autos del interior del país, se contactaron con el mismo dueño que un Kia Sportage para cerrar la transferencia de un vehículo que supuestamente había vendido a un tercero.

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La llamada comenzó a encender las alarmas porque «el dueño», no sólo seguía en poder del vehículo sino que también lo conducía cuando se contactaron con el mismo, por lo que este creyó que se trataba de una broma.

Es así que el supuesto vendedor, incluso le manda por Whatsapp una copia del documento que necesitaba que lo firme y en este se lee que venía con la firma de la escribana Lina Leguizamón, quien según la policía contaría con anteriores denuncias similares.

Lo llamativo es que en la cédula verde del otro vehículo clonado, figuraba un número de chasis y chapa similar a la que en ese momento se encontraba conduciendo y obviamente no lo había vendido, por lo que de buenas a primeras dio a entender que se trataría de otra camioneta similar que se encontraba blanqueada y sólo esperaban que firme un documento para que fuera liberada totalmente para circular en el país.

La cédula verde que pertenecería a un vehículo clonado y fuera enviada al «dueño» de un rodado legal. Nótese los detalles de un minucioso trabajo de falsificación.

Más víctimas

En Campo 9, otra persona denunció que cayó en una red de clonadores. Resulta que el denunciante conducía una Toyota Hilux Surf cuyos documentos se encontraban clonados. Los documentos de esta camioneta clonada se encontraba en la escribanía Carrillo de Asunción, que se encontraba ubicada en el momento de la transferencia, cerca del Superviaducto de la avenida Madame Lynch y Aviadores del Chaco de Asunción.

Ante la demora en la entrega de los documentos, el hombre que ya había pagado por la camioneta unos 80 millones de guaraníes, se dio cuenta de la situación irregular de su rodado luego de caer en un control con agentes de Automotores de la Policía Nacional donde constataron que su camioneta estaba con documentación adulterada.

Ante esto, el hombre se contacta con su vendedor que le dice que le cambiará el vehículo por otro en legales condiciones. El comprador accede y posterior al control de los policías, este le deja la Hilux Surf a quien le vendió sin llegar a hacer el cambio ya que le pidió una semana más para entregarle una nueva camioneta con cédula verde, esto nunca ocurrió hasta el momento desde el 2021.

La historia tiene dos aristas que también involucran a los agentes policiales. Estos dejaron pasar el hecho cuando debieron retener la camioneta por estar en condiciones dudosas. Allí informaron al comprador que le convendría «solucionar» con ellos en ese momento para que no pueda perder mucho y llevar al vendedor el Toyota. El esquema de «apriete» y recaudación «a posteriori» funciona así por lo visto para los agentes policiales involucrados o en conocimiento de los casos.

Para proceder a liberar la camioneta, los uniformados pidieron 20 millones de guaraníes, dinero con el cual no contaba en ese momento el dueño de la camioneta clonada para dar a los policías. Ante esta situación, los agentes de Control de Automotores bajaron el precio a 15 millones a lo que les respondió que tampoco tenía y les explicó que sólo contaba con 6 millones en su tarjeta y podría completar con otros 3 millones para entregar finalmente 9 millones.

Por ese dinero le dejaron libre con su camioneta clonada y posteriormente le facilitaron fuera de la base de Automotores un documento para que pueda circular a cambio del dinero que entregó a los agentes.

Coincidencias

En el documento entregado por los policías, menciona que se trataría de una constancia del departamento de Automotrices y afines, mismo «departamento» desde el cual se entregó a la funcionaria del Ministerio Público Claudia Guillén el supuesto certificado de «verificación» policial y con el cual los policías permitían la circulación de un rodado con dudosa documentación.