Semana Santa: Papa criticó a quienes se ocultan detrás del teclado para insultar en redes

El papa Francisco criticó a quienes se ocultan detrás del teclado para insultar en redes. Lo dijo en sus meditaciones, escritas con su puño y letra, durante la ceremonia de la pasión de Cristo en la Basílica de San Pedro este Viernes Santo.

Al Pontífice se le vio relativamente bien durante esta celebración, aunque después la oficina de la Santa Sede informó que el Papa no podía participar del vía crucis en el Coliseo Romano por conservar su salud para los siguientes actos, como ser la vigilia del sábado y la misa del domingo de Pascuas.

En sus meditaciones, se refirió a la figura de Cristo, que da su vida para salvarnos en un mundo marcado hoy por la “locura de la guerra”. Reflexionó que ahora “basta un teclado para insultar y publicar condenas”.

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Además, se refirió a «la grandeza de las mujeres, que aún hoy son descartadas sufriendo ultrajes y violencia” y a “los cristos humillados por la prepotencia y la injusticia, por las ganancias injustas obtenidas a costa de los demás y ante la indiferencia general”.

Su larga reflexión recorrió todas estaciones del vía crucis. Recordó cuando Jesús recibe el consuelo de la Verónica que le enjuga el rostro y luego criticó a quienes se ocultan detrás del teclado para insultar en redes.

“Jesús, son tantos los que asisten al bárbaro espectáculo de tu ejecución y, sin conocerte y sin saber la verdad, emiten juicios y condenas, arrojando sobre ti infamia y desprecio”, dice en su meditación. Sucede también hoy, Señor, y ni siquiera es necesario un cortejo macabro; basta un teclado para insultar y publicar condenas”, afirmó.

Continuando con sus meditaciones, el Pontífice agregó: “Jesús, traigo ante ti las familias y las personas que han rezado esta noche desde sus casas; a los ancianos, especialmente a los que están solos; a los enfermos, gemas de la Iglesia que unen sus sufrimientos a los tuyos. Jesús, que esta oración de intercesión abrace a los hermanos y hermanas de tantas partes del mundo que sufren persecución a causa de tu nombre; a los que padecen la tragedia de la guerra y a los que, sacando fuerzas de ti, cargan con pesadas cruces”.

Al final, el Papa expresó su confianza en Jesús y le pidió: “Jesús, juez santo que me llamarás por mi nombre, líbrame de juicios temerarios, chismes y palabras violentas y ofensivas. Jesús, que antes de morir dijiste “todo se ha cumplido. Yo, en mi miseria, no podré decirlo nunca. Pero confío en ti, porque eres mi esperanza, la esperanza de la Iglesia y del mundo”.