SÁHARA MARROQUI (II)

Por: Ignacio Martínez

Marruecos es un país ubicado en un continente con algunos países con Estados fallidos, está en una zona por donde militan terroristas y siempre tiene la amenaza de quienes buscan boicotear su paz social. De hecho, su mismo vecino Argelia protege desde su territorio a los Polisarios. Sin embargo, tiene una eficacia en sus servicios de seguridad e Inteligencia, que cada tanto logran abortar operaciones terroristas contra la estabilidad del Reino.

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Nuestra visita por la zona, aprovechando la invitación para estar en la decimoquinta edición del Raid Tanja Lagouira, nos obliga a observar mejor cómo hace Marruecos para cuidar su seguridad interna en medio de la violencia que existe a su alrededor. Paraguay no tiene la misma situación, pero sí tiene una alta inseguridad, mayormente propiciada por delincuentes comunes e igualmente alentada por organizaciones criminales del narcotráfico.

A ninguna Nación del mundo debe ser fácil desarrollar una estrategia en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento basada principalmente en la proactividad y el respeto de los derechos humanos. Marruecos, con sus aciertos y errores, lo está haciendo, logrando la admiración de líderes del mundo.

Gracias a la estrategia liderada por su Servicio de Inteligencia, los incidentes de extremismo en Marruecos son raros y se frustran con rapidez por los servicios de seguridad. Su modelo de defensa es una estrategia integrada y multidimensional, que no se basa únicamente en el aspecto de la seguridad, sino que incluye también varios aspectos, en particular preventivos, jurídicos, socioeconómicos y cooperación internacional.

Un dato que vale ilustrar es que su pilar preventivo y global se basa también en la confirmación de la identidad religiosa moderada y pacifista marroquí, y la promoción de los valores de paz, de convivencia y de aceptación de la otra persona.

Desde el mismo Reino hay una directiva clara en el objetivo de reorientar los derivos ideológicos de las interpretaciones extremistas del islam y controlar aquéllas construcciones anárquicas y desordenadas que podrían ser utilizadas para objetivos distintos a la simple práctica serena y sana del culto.

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La centralidad del papel del Rey Mohammed VI, en la prevención de la explotación de la religión con fines ilegítimos y en la garantía de una práctica religiosa basada en el justo equilibrio y la moderación, merece ser destacado. Esto revela una visión moderna e integradora con el mundo.

En Marruecos está clara que una parte importante de terroristas y extremistas religiosos provienen de zonas estrechamente relacionados con la pobreza, la marginación y el analfabetismo, por eso se esmera e incentiva esfuerzos para la modernización de la política social y atender, dentro de sus posibilidades, a los grupos mas vulnerables. Es así, que hay políticas socio-urbana, centradas en la lucha contra la marginación, buscando la inclusión social y profesional.

Marruecos también participa activamente en todos los esfuerzos internacionales de lucha contra el terrorismo y el extremismo violento. Creo que el gobierno nacional paraguayo, liderado por el presidente Santiago Peña, tiene mucho que aprender y aportar con el Reino en el plano seguridad, más hoy en día que el crimen organizado tiene en la mira a la Nación guaraní.