HABÍA UNA VEZ (XI), Los Hidalgos

Por Óscar Martínez Pérez

Como casi todos los grupos musicales, han nacido en los años sesenta. Alguna vez los denominaron “legendarios” por lo destacado de su trayectoria en esos años y los posteriores que los tuvieron como intérpretes de la música de todos los géneros. Su repertorio estaba compuesto de música paraguaya e internacional y todas eran interpretadas con el sello característico de esa orquesta.

Las festivas polcas contenían breves diálogos entre los músicos e imitaciones llenas de gracia que por supuesto corrían a cargo del baterista MARCIAL BELOTTO; los demás integrantes fueron ALCIDES ROA (cantante), SANTOS LIMA (acordeonista ), SANTIAGO RAMOS (guitarrista), RODOLFO LOPEZ (teclados), YSMAEL BARUA (bajo), todos bajo la dirección de FELIX ESTIGARRIBIA. Casi todos, además de intérpretes, eran autores y compositores. Los arreglos musicales generalmente corrían a cargo de Santos Lima y de todo el grupo. Este notable grupo musical supo darle lustre y categoría a las músicas de su repertorio.

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Supieron pisar los escenarios de todo el país y en todo tipo de fiestas. Eran una verdadera atracción para bailar y para escuchar. Cuando la música paraguaya se escuchaba por imperio de un decreto, el público bailaba con gusto las polcas interpretadas por LOS HIDALGOS. Es que la tocaban con la gracia y picardía del Paraguay festivo. No había quien se retirara de la pista cuando sonaba la música paraguaya de LOS
HIDALGOS. Son célebres sus selecciones de polcas que hasta hoy se difunden en todas las emisoras de radio.


Si bien el grupo se desintegró en 1984, dejaron un testimonio discográfico que aún hoy siguen sonando en la radio, fundamentalmente en esos programas de música retro que nos siguen refrescando el alma, regalándonos un boleto de ida a los recuerdos de ayer; viajaron y difundieron su música en países limítrofes, principalmente el Brasil donde triunfaron ampliamente y fueron reconocidos como un grupo de quilates.

El sonido de LOS HIDAALGOS era tan característico que se los reconocía inmediatamente; esa aleación de clarinete y acordeón a piano le daban un sello único, irrepetible, donde se lucían dos maestros en sus instrumentos: SANTOS LIMA y FELIX ESTIGARRIBIA. El primero (Santos Lima) tenía una creatividad increíble para pintar con sonidos los paisajes y situaciones más peculiares de nuestras fiestas; “PENUMBRA” uno de los temas más recordados, le pertenece en letra y música. “HORA MA LO MITÁ” es una especie de santo y seña para los músicos, cuando llega la hora de bajar del escenario, “LO MITAME GUARA”.

Canciones épicas y religiosas con temas tales como “SOLO EN TI SEÑOR”, “POR TU GRACIA SALVO SOY”, “UN HIJO DE DIOS” musicalizando varios pasajes bíblicos; eximio violinista y cantante, aventajado alumno de la Prof. SOFÍA MENDOZA, habiendo recibido su diploma de PROFESOR SUPERIOR DE CANTO en la Escuela Municipal de Canto. También fue director e integrante de otras conocidas orquestas como la de LORENZO ALVAREZ, LOS ROMANTICOS DEL PARAGUAY habiendo compartido escenario con otros grandes de la música. Su obra cumbre podríamos decir que fue “LA EPOPEYA, GUERRA GUAZÚ” obra sinfónica que vino a enriquecer el repertorio nacional épico homenaje a aquellos que dieron sus vidas por la patria en aquellos álgidos momentos.


El maestro ALCIDES ROA aportó lo suyo también con obras dedicadas a su pueblo natal, Caazapá. Estudió canto en el ATENEO PARAGUAYO además de piano y teoría y solfeo con el Prof. PEDRO BURIAN. Algunas de sus obras son : “DULCE MORENA”, “YCUA BOLAÑOS”, “A MI BELLA FLOR CAAZAPEÑA”, “MUCHACHITA RIBEREÑA” con música de CHICO MOREL, “SUEGA CELOSA” y otras que siguen teniendo la preferencia del público. YSMAEL BARUA, el bajista del grupo, también es compositor; se le conocen varias obras entre las que destaca una que compuso para el Club Deportivo de Puerto Sajonia.

No se puede hablar en tiempo pasado cuando nos referimos a LOS HIDALGOS pues siguen tan vigentes como cuando se juntaron para conformar este histórico grupo musical que dejó huellas profundas en el quehacer musical, mostrando un estilo muy particular que nunca ha sido igualado.