Regulada eterna

El transporte público en Paraguay es deficitario y su modo de operación afecta negativamente la calidad de vida de los ciudadanos. Indirectamente termina obstaculizando el desarrollo socioeconómico del país. Las múltiples falencias en este sector son evidentes y requieren una acción definitiva por parte de las autoridades y los actores involucrados.

Una vez más los pasajeros están padeciendo las “reguladas” en las últimas semanas, lo cual es inadmisible. Cada año se repite la historia, pero también cada año el Estado otorga subsidios a los transportistas. Las unidades de la flota el transporte público, así como el servicio que prestan deja mucho que desear.

Debemos entender que este servicio es fundamental para medir la calidad de vida de una población; a las calles en mal estado se suman la escasez de paradas, la insuficiente cobertura, la precariedad de las unidades y nuevamente la intermitencia en la prestación del servicio. Estas situaciones dificultan el acceso al transporte en condiciones dignas para muchos ciudadanos y contribuye a la congestión vehicular y a los tiempos de viaje prolongados.

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La flota de transporte público en Paraguay es obsoleta, poco segura y escaso confort, lo que pone en riesgo la integridad de los pasajeros y disminuye la calidad del servicio ofrecido. La falta de mantenimiento y renovación de los vehículos es un problema recurrente que afecta la fiabilidad y la eficiencia del transporte público en el país. Es común observar unidades descompuestas en medio de las calles, así como accidentes causados por colectivos.

Otro aspecto negativo lo constituye la falta de regulación y fiscalización por parte de las autoridades competentes, lo que permite la operación de servicios ineficientes. Urge redoblar esfuerzos con miras a mejorar un servicio básico y fundamental para el desarrollo de nuestra sociedad, mediante un estricto control a las empresas que prestan servicios de transporte.

En lugar de favorecer condiciones propicias lastimosamente el servicio de transporte termina siendo un obstáculo para el desarrollo y el bienestar de la población. Es tiempo de implementar medidas que mejoren la infraestructura, modernicen la flota de vehículos, regulen el servicio y garanticen la seguridad y la accesibilidad para todos los ciudadanos. Solo así será posible construir un sistema de transporte público eficiente, seguro y sostenible que contribuya al progreso y la calidad de vida de la sociedad paraguaya.