Meses de supuesta inflación baja contrastan con la continuidad de ollas populares

Las ollas populares en nuestro país, son una forma social de hacer frente a los problemas para acceder a alimentos para quienes se encuentran en situaciones difíciles y principalmente, a los afectados por el aumento de precios de la canasta básica. Estos eventos sociales continúan pese a que en los últimos informes del Banco Central del Paraguay (BCP) sobre la inflación, en los últimos meses se sitúen en las márgenes cercanas a cero o tendiendo al lado negativo inclusive.

En el mes de julio, el BCP adelantó que en base al Índice de Precios del Consumidor (IPC), indicador que mide la evolución promedio de los precios de un conjunto de bienes y servicios representativos del gasto de consumo de los hogares y la canasta básica se posicionó por tercer mes consecutivo en 0%. Esto, en la teoría que maneja el BCP, significa que el precio de los alimentos no subieron y quedaron estancados con sus mismos precios desde hace tres meses, es decir, si alguien va al supermercado, se encontrará en las góndolas con los mismos precios que se vieron al inicio del mes de mayo, continuaron en junio y permanecieron hasta julio, fecha que publicaron sus últimas observaciones.

Desde la Cámara Paraguaya de Supermercadistas (Capasu), ya afirmaron que están golpeados por el contrabando y esto hace que los precios sean desiguales ante la competencia desleal. Los precios se reflejan contra cualquier puesto callejero que venden productos más baratos y hace que suban los precios porque necesitan honrar a sus proveedores. Este, es el punto es donde pone en evidencia al informe de la banca matriz.

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Aumentan las ollas populares

Las ollas populares se convirtieron últimamente en un amortiguador para miles de compatriotas que tratan de escapar a los problemas del consumo de alimentos derivados, en parte, por la suba de alimentos a consecuencia de efectos de la inflación, la misma que oficialmente, supuestamente es del 0%.

En conversación con la 680 AM, Cira Novara de la organización de ollas populares Pykui, mencionó que en todo el país actualmente se desarrollan en promedio unas 200 ollas populares que alimentan a unas 100 personas en cada evento organizado y el número sigue creciendo, pese a lo que la banca matriz diga que los precios se mantienen.

La solidaridad es algo que fortalece a la organización de estas ollas, incluso existió una ley que las amparaba, como fue la Ley 6603 en tiempos de la pandemia del covid-19. Hoy se mantienen las mismas intentando, ya no por una emergencia sanitaria, sino que más bien por la necesidad económica de los compatriotas que están afectados por los altos precios de la canasta familiar.

Es cierto que estos eventos populares, son necesarios para un sector de la sociedad, los mismos que debían no ser a estas alturas el reflejo de la necesidad a consecuencia de altos precios de los alimentos. Sin embargo, las ollas populares continúan como una salida para quienes no pueden costear sus propios alimentos por los precios altos.

Ocultando bajo la alfombra

Esconder detalles como que vivimos una realidad diferente a la que se intenta ocultar con 0% de inflación, no debe ser una tarea para maquillar y alcanzar una meta anual, si es que la misma no podrá ser alcanzada. Es mejor hablar con la verdad que esconder bajo la alfombra aquello que siente aquella ama de casa, quien tiene que juntar monedas para poder conseguir el precio que necesita y siguen siendo remarcados en las góndolas mes tras mes.

Esperemos que las siguientes autoridades del BCP, en la cabeza de Carlos Carvallo Spalding, realicen su tarea de manera sincera, evitando estos vicios que no aportan a la economía y más bien dejará un problema posterior difícil de solucionar.