La extensión de la guerra entre Israel y Hamas

En estos días, hemos sido testigos de momentos de suma violencia en el mundo. Se han registrado múltiples ataques como consecuencia del supuesto ataque de Israel a hospitales en Gaza. Aunque la versión original se ha desacreditado, los grupos musulmanes fundamentalistas han declarado la guerra, no solo a Israel, sino aparentemente a todo Occidente.

Los principales blancos elegidos en estos ataques han sido las embajadas. Los simpatizantes de Palestina que apoyan a Hamas han atacado sistemáticamente embajadas, no solo de Israel, sino también de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.

Como mencionamos en un artículo anterior, al inicio de este nuevo conflicto en Gaza, se previó que esta vez la lucha sería más cruenta, involucraría a más actores y podría considerarse la «guerra definitiva». La implicación de embajadas de terceros países, cuyos territorios se consideran extensión del propio país, hace que sea probable que los países agraviados tomen medidas, especialmente Estados Unidos. Además, Hamas ha recibido apoyo de varias naciones, principalmente de orientación comunista.

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El panorama actual sugiere que podríamos estar al borde de un conflicto internacional que involucre a varios países. Estos aliados de los actores principales también tienen disputas pendientes entre ellos que se arrastran durante décadas. En este contexto, parece inminente una gran guerra.

Lo que en un principio fue un conflicto regional se ha extendido a nivel global, desencadenando actos en diferentes partes del mundo. Esta expansión de la violencia sin duda dejará una marca indeleble en la seguridad internacional. Todos los países afectados reforzarán su seguridad y tomarán medidas contra las comunidades minoritarias que apoyan a Hamás.

La escalada de los ataques de los simpatizantes de Hamás no solo representa una amenaza para la seguridad regional, sino también una preocupación a nivel global. En este sombrío escenario, la diplomacia y el diálogo deben abrirse paso de manera urgente. De lo contrario, el mundo se enfrentará una vez más a una guerra a gran escala.