Final del primer tiempo

El Comité Intergubernamental de la hidrovía se ha reunido. El resultado ha sido el compromiso argentino de suspender las interdicciones y los embargos de las embarcaciones de manera provisional. Sin embargo, los representantes argentinos han solicitado una nueva reunión para dar continuidad a las negociaciones y, por ahora, mantienen su postura de percibir el cobro del peaje. Así concluye el primer tiempo de esta disputa.

Como anticipamos previamente, en su avance en busca de restablecer la igualdad de trato, Paraguay ha logrado una ventaja sobre Argentina. Esto también se debe a la presión ejercida por el bloque formado en la región por Bolivia, Brasil y Uruguay, quienes repudian la postura argentina.

De alguna manera, la firme postura nacional y las medidas adoptadas con respecto al conflicto han permitido ubicar las piezas de manera estratégica en beneficio de nuestros intereses. Sin embargo, como también habíamos anticipado, la contienda podría prolongarse más allá del tiempo estimado. Esto era de alguna manera previsible, ya que al encontrarse en una serie de encrucijadas, Argentina tiene una capacidad de movimiento y acción limitada. No obstante, después de haber mantenido una posición tan radical, resulta difícil dar marcha atrás en las decisiones asumidas.

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Nuestro país ha logrado un avance; sin embargo, la cuestión principal aún está por resolver. Los derechos de navegación en ríos compartidos también deben entenderse en términos de igualdad. Los recursos naturales y sus vías no pueden ser asumidos de manera egoísta. Nuestro gobierno debe considerar con más ahínco que los ríos son ventanas que nos conectan con el mundo, dada nuestra condición mediterránea. Es imperativo que Paraguay haga valer su soberanía por todos los medios y defienda el comercio fluvial a cualquier costo.

La problemática de la hidrovía persistirá, ya que nuestro país no tiene margen de error. Por lo tanto, las negociaciones serán intensas aún. El segundo tiempo será complicado, pero dado el apoyo regional, la posibilidad de recurrir a organismos plurinacionales y otras medidas implementadas hasta ahora, vemos con optimismo el futuro y una solución definitiva a esta cuestión.

Es hora de restaurar el orgullo nacional a través de la firme defensa de lo justo, ejerciendo plenamente los derechos que, por antonomasia, corresponden a todos los paraguayos.