Siguen surgiendo revelaciones sobre el manejo discrecional que aplicó Nicanor Duarte Frutos como director paraguayo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).

Datos proveídos por fuentes internas de la entidad señalan que Duarte Frutos tejió dentro de la binacional toda una red de funcionarios privilegiados y planilleros con salarios exorbitantes.

Mientras Nicanor habla de miseria y caos financiero en la entidad debido a la falta de desembolso de recursos por parte de Argentina, los pobladores de Ayolas y los proveedores se manifiestan frente a la institución exigiendo el pago de deudas.

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Llama la atención que, a pesar del supuesto descalabro financiero, las últimas investigaciones sugieren que esto también se debe a una gestión cuestionable en cuanto a la contratación y remuneración de funcionarios.

Uno de los casos más llamativos, del que nos ocupamos la semana pasada, es el de Raúl Silva, quien a pesar de no desempeñar funciones desde 2020 y de enfrentar dos escándalos de denuncias de corrupción e imputación, continúa figurando como «planillero» dentro de la entidad, recibiendo un sueldo mensual de aproximadamente 80 millones de guaraníes.

Pero el escándalo no termina ahí. Duarte Frutos llenó la entidad de funcionarios cercanos y privilegiados, muchos de los cuales parecen estar en la nómina sin una función aparente. Entre los nombres que sobresalen se encuentran Liz Carolina Bogado y su hija Pamela Valiente Bogado, ambas vinculadas a Nicanor Duarte Frutos y al secretario ejecutivo de la entidad, Alejandro Takahashi.

Liz Bogado es la exesposa de Derlis Céspedes, quien fue ministro de Justicia, durante la presidencia de Duarte Frutos. Liz habría ingresado a la EBY en octubre de 2018. A pesar de su presunta falta de experiencia en el sector, Liz fue asignada a la categoría H6, recibiendo un salario mensual de 24.067.340 guaraníes, además de una bonificación de 33.921.230 guaraníes el mes pasado. Esto suma un total mensual de 57.988.570 guaraníes.

Liz fue asignada a la categoría H6, recibiendo un salario mensual de 24.067.340 guaraníes, además de una bonificación de 33.921.230 guaraníes el mes pasado.

Nuestras fuentes también revelaron que Liz Bogado hizo valer su antigüedad en la Fiscalía para obtener estabilidad en la EBY. Liz mantiene una estrecha relación con Arnaldo Fernández, el jefe financiero de la entidad.

La hija de Liz Bogado, Pamela Valiente Bogado, también parece haberse beneficiado de conexiones políticas. Nombrada en agosto de 2019, Pamela ocupa la categoría E1 y recibe un salario mensual de 17.640.820 guaraníes, junto con una bonificación de 16.979.763 guaraníes, lo que significa que mensualmente percibe la entidad 34.620.583 de guaraníes. Su cercanía con Alejandro Takahashi, el secretario ejecutivo, ha generado especulaciones sobre posibles favoritismos en su contratación y remuneración.

Otra figura cuestionada en esta red de privilegios es Minerva Analía Gamarra Herrera, de 27 años, quien ha sido recategorizada en múltiples ocasiones desde su contratación en agosto de 2019.

Mientras los pobladores de Ayolas y los proveedores exigen pagos pendientes a la EBY, las revelaciones sobre el manejo de la entidad y la contratación de funcionarios han generado indignación y cuestionamientos sobre la integridad de la administración bajo la dirección de Nicanor Duarte Frutos. La falta de transparencia y el manejo discrecional han sido características de la administración de Duarte Frutos.