El narcotráfico vía fluvial se acrecentó tras desmantelamiento de unidad de la Senad que custodiaba puertos

Desde que se desmanteló la Dirección de Inteligencia Aérea Fluvial y Terrestre (DIAFT), el tráfico de drogas vía fluvial se ha disparado en Paraguay, convirtiendo al país en un eje crucial para el traslado de cocaína hacia Europa.

La eliminación de la DIAFT tuvo lugar durante la gestión de Arnaldo Giuzzio al frente de la institución de lucha contra el narcotráfico. El Coronel Hugo Vera, ex ministro de la Senad, había calificado esta medida como «arco libre» al tráfico de drogas, permitiendo que la hidrovía se utilizara como ruta para el envío de cocaína hacia Europa.

En coincidencia con la eliminación de dicha dependencia, Paraguay ha experimentado un aumento exponencial en el tráfico de cocaína hacia países europeos desde el año 2020.

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De acuerdo con informes periodísticos, durante los tres años posteriores al desmantelamiento de la DIAFT, se estima que se enviaron alrededor de 470 toneladas de cocaína desde Paraguay, con un valor aproximado de USD 25.000 millones.

Sorprendentemente, las incautaciones de droga en puertos y aduanas apenas representan el 10% de todo lo que se exporta, lo que refleja una alarmante falta de control y vigilancia en los puertos privados.

El senador Enrique Riera también se había pronunciado en contra de esta medida, señalando que la administración de Mario Abdo Benítez potenció el negocio de la droga y el crimen organizado en Paraguay, convirtiéndolo en una verdadera «Ruta de la Droga».

Los datos muestran que importantes cargamentos de cocaína han sido incautados en países europeos como Bélgica, España, Hamburgo y Países Bajos, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación.

No obstante, la ministra de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Zully Rolón, defendió la decisión de su antecesor, Giuzzio, argumentando que la DIAFT fue disuelta debido a la falta de resultados y a los altos costos operativos. Sin embargo, los datos muestran que el tráfico de drogas ha aumentado significativamente después de su cierre.

El desmantelamiento de la DIAFT ha dejado a Paraguay en una situación preocupante, donde el tráfico de cocaína se ha vuelto más frecuente y los puertos privados han perdido un importante brazo investigativo que permitía un mejor control de las actividades ilegales.

Los datos recopilados por La Tribuna en el siguiente cuadro detallado de incautaciones de drogas procedentes de Paraguay en países europeos arrojan luz sobre la gravedad del problema.

Incautaciones de drogas procedentes de Paraguay en Europa:

FechaLugarCantidad (kg)
Junio 2020Bélgica6,504
Junio 2020Bélgica3,400
Enero 2021España2,000
Febrero 2021Hamburgo16,000
Febrero 2021Amberes7,000
Abril 2021Bélgica10,964
Abril 2021Portugal697
Noviembre 2021Países Bajos
Julio 2022Bélgica5,170
Julio 2023Hamburgo10,000
Total61,735

Los datos reflejan una tendencia alarmante en el aumento del tráfico de cocaína desde Paraguay hacia Europa. En los últimos años, se han realizado importantes incautaciones en países como Bélgica, España, Hamburgo y Portugal, lo que demuestra que el narcotráfico es un problema grave y en constante crecimiento.

La eliminación de la Dirección de Investigación Aérea Fluvial y Terrestre (DIAFT) por parte de la administración gubernamental ha dejado a los puertos privados sin un adecuado control y vigilancia, lo que ha facilitado el tránsito de grandes cargamentos de droga hacia destinos internacionales.

Salta también a la vista la inutilidad de Aduanas, para no decir complicidad, donde el director Julio Fernández sigue campante, a pesar de haber reconocido públicamente que los funcionarios a su cargo no sirven para desempeñar la tarea del manejo de los scanners, instalados precisamente para combatir el tráfico ilegal.

Las cifras expuestas en el cuadro son solo la punta del iceberg y reflejan la necesidad urgente de implementar estrategias efectivas para combatir el narcotráfico en la región. El tráfico de drogas representa una amenaza para la seguridad y el bienestar de la sociedad, y su combate debe ser una prioridad para las autoridades paraguayas y sus aliados internacionales.