Aunque el presidente de Brasil, Luiz Inácio «Lula» Da Silva haya mostrado interés de acelerar el proceso de negociación entre el Mercosur y la Unión Europea, ahora este bloque, con la dura posición de Francia, advierte que no negociará con países en cuyos territorios se hayan realizado enorme deforestación. La política medioambiental de la UE es innegociable.
Una de las trabas que tiene el presidente actual de Brasil es que su antecesor, Jair Bolsonario, era partidario de la depredación de Amazonas, según la información que cuenta la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE.
La UE aprobó recientemente una Ley complementaria que prohíbe importar productos de zonas deforestadas, cuya entrada en vigor se aguarda. La aprobación de esta Ley complica la pretensión del presidente Lula, porque una vez que entre en vigor se debe tener en cuenta a la hora de que el el bloque europeo se siente a negociar con el Mercosur.
La vocera de la cancillería francesa, Anne-Claire Legendre, afirmó: “Todos los acuerdos comerciales de la Unión Europea deben tener en cuenta el respeto de las normas medioambientales que aplicamos, por lo que será uno de los puntos de la discusión».
Hace más de 20 años, los dos bloques mencionados intentan cerrar las negociaciones, pero la política medioambiental es innegociable para los europeos.
La Unión Europea, a través del Pacto Verde, ordena que este bloque debe ser «neutro» en emisiones de gases para el año 2050. Esta es una decisión que los europeos deben llevar adelante, muy a pesar del Mercosur. De ahí que se complica el panorama para el bloque sudamericano.
Francia es uno de los países que ya informó a la UE que no apoyará ningún acuerdo si éste no garantiza protección de la Amazonia, el respecto de las normas agroalimentarias y fitosanitarias europeas y la lucha contra el cambio climático. Esto fue secundado por Bélgica, Austria y Países Bajos.
