En Brasil advierten sobre un peligroso cambio de “estrategia criminal” del PCC

La Policía Federal brasileña desplegó una operación en cinco estados y desmanteló una organización criminal que pretendía atacar y asesinar a autoridades, entre ellas a Sergio Moro, el ex juez de la mega operación anticorrupción Lava Jato. Los implicados, elementos del grupo criminal Primer Comando da Capital (PCC) se movilizaban entre el estado de Paraná y San Pablo y ya tenían todo un plan elaborado que incluía atentados y secuestros de autoridades, según se informó.

“El objetivo es desarticular una organización que pretendía realizar ataques contra funcionarios públicos y autoridades, incluyendo homicidios y extorsión mediante secuestro”, explicó la policía en una nota.

Según las informaciones del vecino país, el ataque del PCC contra Moro sería una venganza por haber autorizado en el 2019, cuando era ministro de Justicia de Bolsonaro, el traslado de de Marcos Willian Herbas “Marcola” -jefe del PCC- y otros 21 miembros de la organización a presidios de máxima seguridad.

Unite al canal de La Tribuna en Whatsapp

El PCC es una de las organizaciones delictivas más poderosas de Latinoamérica que domina el tráfico de drogas y armas en el Brasil y que tiene también sus tentáculos en Paraguay, donde mantiene su imperio ya en varias cárceles.

Los intervinientes arrestaron a personas implicadas en el presunto plan. Se realizaron 24 allanamientos en Brasilia, y los estados de San Pablo (sureste); Mato Grosso do Sul (centro-oeste); Rondonia (norte) y Paraná (sur).

Analistas brasileños alertaron sobre el peligroso cambio de lo que denominaron la arquitectura criminal del PCC, que venía perpetrando atentados y ejecuciones entre miembros de bandas criminales, por ajustes de cuentas y manejo de territorio. Al cambiar de blanco y convertir en blancos a altos funcionarios y políticos estaría cambiando de “patrón criminal”, lo que demuestra que se encuentra en condiciones de presentar otro tipo de confrontación con los organismos de seguridad del vecino país.

Compararon este cambio con lo que había acontecido con los cárteles colombianos en los años 90, cuando dichas organizaciones delictivas desataron verdadera guerra contra los organismos del Estado.