Buenas perspectivas económicas para el 2023, pero supeditadas al clima y factores externos

Las proyecciones de organismos internacionales y de las autoridades nacionales señalan que Paraguay experimentará un crecimiento en el 2023. Las estimaciones señalan un aumento del 4.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

No obstante, para cualquier economía existen factores externos (globales en los últimos tiempos) e internos que pueden afectar esta expectativa de crecimiento.

Hay que considerar que gran parte de estas proyecciones económicas se basan en el sector agrícola, dependiente en extremo de los factores climáticos.

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Así por ejemplo, los informes hidrometeorológicos señalan que el fenómeno “La Niña”, sigue en cierne sobre la región, caracterizado por episodios de lluvias dispersas, con promedios por debajo de lo normal y con probabilidades de sequía.

Esto de hecho, ya está comenzando a impactar con la disminución del caudal de los dos principales ríos que conforman la hidrovía, principal canal de salida de los productos del país.

Aún así, con un escenario negativo las expectativas para el sector agrícola siguen siendo buenas. Pero, no se puede dejar de considerar el inestable contexto internacional, como la guerra y la amenaza de rebrotes del Covid, que pueden afectar positiva o negativamente al sector.

El mismo ministro de Hacienda, Oscar Llamosas, al hablar de las previsiones favorables para la economía paraguaya para el 2023, había reconocido que las dos principales amenazas siguen siendo el factor externo y el clima.

“Si bien hay cuestiones de perspectivas positivas para adelante, no hay que desconocer la coyuntura externa y del clima”, había señalado Llamosas, al reconocer las graves consecuencias de los factores externos, que ha venido soportando la economía nacional desde el 2019.

Puso de ejemplo que en el 2021 había también una expectativa positiva en cuanto al crecimiento del PIB, pero el impacto global de la guerra de Ucrania y el efecto de la sequía terminaron cambiando totalmente las proyecciones.

Aún así, con esta frágil perspectiva, entró en vigencia el Presupuesto General 2023, que contempla una diferencia de entre 30 a 40 millones de dólares para aumentos de salarios a funcionarios y nuevos cargos que fueron creados en un ambiente electoralista.

En caso de no concretarse las expectativas en cuanto a recaudaciones, el Estado deberá necesariamente recurrir a nuevos endeudamientos y aumento de impuestos para afrontar los compromisos. En ambos casos, el golpe será para los contribuyentes.

Los últimos acontecimientos, sobre todo en materia de proyecciones económicas globales, demostraron que la pandemia marcó el final de un período de relativa estabilidad y previsibilidad en geopolítica y en economía.

“La imprevisibilidad es la nueva normalidad”, afirman los expertos. Es probable que ninguna de las proyecciones lleguen a concretarse.

No obstante, siempre será mejor tomar las debidas precauciones y afrontar el año que se inicia con responsabilidad y prudencia.