Este año comenzará a operar la cámara más grande del mundo en el Observatorio Rubin, que junto con inteligencia artificial transformará la exploración del universo.
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¿Qué es y cómo funciona la nueva cámara del Observatorio Rubin?
Ubicada en el cerro Pachón, en Chile, la cámara del Observatorio Vera Rubin marcará un antes y un después en la astronomía mundial. Con 3.200 megapíxeles, captará imágenes detalladas del cielo austral cada tres noches, cubriendo áreas 40 veces mayores al tamaño de la luna llena.
Fue desarrollada por el SLAC (Laboratorio Nacional del Acelerador) y financiada por instituciones científicas de Estados Unidos. Forma parte del proyecto diseñado para observar el universo en movimiento durante los próximos diez años.
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Lo que promete captar la cámara considerada la más grande
La cámara usará un sistema de tres espejos y seis filtros para captar luz visible con altísima precisión, profundidad y amplitud. Captará 20 terabytes de información cada noche, generando uno de los archivos de datos astronómicos más grandes jamás registrados.
Usaron un agujero de 150 micrones para proyectar imágenes sin la cámara ensamblada. Incluyeron imágenes simbólicas como un romanesco, el grabado de Flammarion y un retrato de Vera C. Rubin.
Detectará supernovas, galaxias lejanas, asteroides cercanos a la Tierra y fenómenos transitorios imposibles de captar con otras tecnologías. Permitirá observar el cielo dinámico en tiempo real, abriendo nuevas puertas a la comprensión del cosmos y su evolución.
La inteligencia artificial será clave para entender el universo
Desde el observatorio informaron que la inteligencia artificial (IA) analizará los millones de datos generados por la cámara con velocidad, precisión y sin intervención humana constante.
En el Observatorio Rubin, filtrará imágenes, clasificará fenómenos y alertará sobre eventos astronómicos inusuales en cuestión de minutos.
Los datos del observatorio serán públicos, impulsando la investigación colaborativa entre científicos, universidades y centros de innovación de todo el mundo. Permitirá estudiar la materia oscura, la energía oscura, la formación galáctica y la evolución del universo con precisión sin precedentes.
El proyecto también promete promover vocaciones científicas, fomentar la educación en astronomía y potenciará el desarrollo de nuevas tecnologías con IA.