La guerra entre Irán e Israel ya repercute en Paraguay. El aumento de precios de los combustibles afecta a insumos clave para la producción nacional. Expertos advierten sobre alzas generalizadas, presión inflacionaria y riesgos para el ingreso de divisas.
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¿Por qué el Estrecho de Ormuz es clave para el petróleo mundial?
Uno de los puntos más sensibles es el Estrecho de Ormuz, ruta marítima estratégica por donde circulan a diario entre 17 y 18 millones de barriles de petróleo, frente a un consumo mundial de aproximadamente 100 millones de barriles.
Por su ubicación (única conexión marítima entre el Golfo Pérsico y el océano abierto), esta zona concentra la producción de países como Irán, Arabia Saudita, Kuwait, Irak y los Emiratos Árabes Unidos, lo que la convierte en uno de los puntos más delicados del mapa geopolítico global.
Según análisis económicos internacionales, si se produjera un cierre total del Estrecho, el precio del barril podría escalar hasta USD 130, disparando la inflación en EE.UU. hasta el 6 % hacia finales de año. A esto se sumaría un posible freno en las reducciones de tasas de interés por parte de la Reserva Federal, debido al impacto inflacionario global.
El conflicto se intensificó tras los recientes ataques de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares iraníes en Fordow, Natanz e Isfahan. Ante esta ofensiva, el Parlamento iraní aprobó un proyecto para cerrar completamente el acceso al Estrecho de Ormuz.
La comunidad internacional todavía no reaccionó formalmente, y el “silencio” ante la ofensiva de EE.UU. es citado por autoridades iraníes como factor para avanzar en la estrategia de cierre.
En este contexto, los mercados bursátiles del Golfo operaban al alza el último domingo, aparentemente imperturbables, mientras los analistas prevén un alza inicial de entre USD 3 y 5 por barril, que podría acelerarse si se produce una interrupción real del suministro.
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Suba del petróleo afecta al costo del combustible y a la producción paraguaya
En el plano local, el economista Víctor Pavón alertó que esta situación geopolítica provoca consecuencias inmediatas para Paraguay, un país altamente dependiente de la importación de combustibles e insumos productivos.
La continuidad del conflicto incrementará los precios del diésel, nafta, fertilizantes y bienes de capital usados en el agro y la industria.
Esto ocurre en un momento en que los precios internacionales de las commodities, como la soja, están en descenso, lo cual afecta el ingreso de divisas por exportaciones. Una menor entrada de dólares a la economía nacional impacta directamente en el tipo de cambio, encareciendo más los productos importados y generando presión inflacionaria.
Cadipac: “Los precios seguirán subiendo mientras dure el conflicto”
Miguel Bazán, presidente de la Cámara de Distribuidoras Paraguayas de Combustibles (Cadipac), confirmó que el conflicto Irán-Israel ya encarece los precios locales. “Irán es el noveno productor mundial de petróleo. La guerra afecta su oferta y eleva el precio internacional del crudo”, afirmó.
en aumentos locales de entre 700 y 850 guaraníes por litro, tanto para naftas como para diésel.
Además, explicó que el conflicto no solo afecta la producción, sino que también eleva los costos
de seguros y fletes marítimos, encareciendo toda la cadena logística.
Aunque los distintos emblemas tienen sus propios stocks, la mayoría depende de los mismos proveedores, lo que genera una afectación transversal. La previsión de Cadipac es que los ajustes seguirán dándose hasta fin de mes.
Inflación, transporte y producción en riesgo
El alza de los combustibles ya se refleja en el transporte de mercancías, servicios básicos y precios al consumidor final.
Bazán advirtió que se podría repetir un fenómeno similar al ocurrido durante la guerra Rusia-Ucrania, cuando los aumentos generaron una inflación acumulada, aunque luego el mercado global corrigió sus precios ante la baja de demanda.
Sin embargo, subrayó que en Paraguay no hay refinerías, ni reservas estratégicas ni capacidad de almacenamiento suficiente. Esto deja al país en situación vulnerable frente a crisis internacionales, sin posibilidad real de amortiguar el impacto externo.
El abastecimiento está garantizado por ahora, pero si se interrumpe el tránsito por Ormuz, los precios podrían dispararse aún más, con efectos directos sobre el transporte público, el costo de los alimentos y la sostenibilidad de la producción agrícola e industrial.
Paraguay dentro de la guerra
Aunque distante geográficamente, el conflicto entre Irán e Israel ya genera efectos tangibles en Paraguay. La amenaza de cierre del Estrecho de Ormuz, responsable de transportar el 20 % del petróleo global, tensiona los mercados y encarece el crudo, los fletes y los seguros.
En un país dependiente del petróleo importado, sin reservas ni capacidad de refinación, este escenario se traduce en alzas de precios en combustibles, presión inflacionaria y mayores costos en la producción y el transporte.
A medida que se prolongue la crisis, Paraguay enfrentará una economía más cara, más frágil y más expuesta a decisiones externas.
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