Todo a su debido momento

El verano es la época del año en la que muchas familias eligen la natación como deporte para sus hijos. Eligen la natación no solo por sus múltiples beneficios como actividad deportiva, sino también por una cuestión de seguridad. para que sus hijos puedan estar capacitados para defenderse en el agua.

Una vez que los chicos aprenden a nadar, muchos de ellos son convocados para su primera competencia de natación y con ello se abre un mundo nuevo para ellos, un mundo de desafíos. Esto, sin embargo, puede traer consigo algo negativo.

Muchos padres empiezan a exigir a sus hijos resultados en sus primeras competencias, lo cual es un error que se puede pagar muy caro. Durante la niñez, ellos deben disfrutar del deporte, disfrutar de compartir con sus amigos en el agua, disfrutar de adquirir nuevas habilidades en la piscina, disfrutar de ir a una competencia para desafiar sus límites.

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La razón por la que muchos niños dejan la natación a edades muy tempranas, es porque sus padres querían un campeón o una campeona y ellos (con toda la razón del mundo) solo querían divertirse.

Debemos evitar que los niños asocien a la piscina con la presión de tener que ganar o ganar. Durante esta etapa de formación, se debe buscar que los niños y los padres comprendan que el mejor regalo que pueden recibir para sus vidas es amar al deporte que eligieron e inculcarles que la actividad física debe estar presente siempre en sus vidas.

Si más adelante, los niños eligen el camino de la natación competitiva, el hecho de amar la natación, hará que el sacrificio, la disciplina y la constancia que eso implica, no sea un esfuerzo para ellos.