El mundo debe conocer el gran robo de la historia

La sumatoria de los créditos para la obra y sus gastos iniciales se cuantificaron en su momento en un total de 10 mil millones de dólares americanos.
Lo cual permitiría la conclusión de la obra y su puesta en marcha y que de la misma saldría el repago de la deuda.
En los últimos 30 años el pago del crédito, promedió unos 1.000 millones de dólares anuales.
Si estructuramos imaginariamente la deuda inicial de los 10 mil millones, la misma represa generó una deuda para hacer cinco idénticas hidroeléctricas más.
Lo cual no paso.
Y los intereses están en algún bolsillo.
O sea, nunca en la historia se vio un despojo tan aberrante y un robo tan descarado a un país.
Si seguimos lamentándonos este hecho, el mismo quedará impune.
Los cómplices de este saqueo tienen rostro, pero sus responsabilidades fueron ocultadas por un sistemático bloqueo del poder político brasileño y la obsecuencia e incapacidad de los gobiernos paraguayos.
Es penoso señalar y dar nombres, pues las limitaciones del leonino tratado en sí; dificultan la concreción del tamaño de las responsabilidades.
Pero algo de esto quedó en el eco y en la retina, faltó patriotismo.
Las justificaciones entre la ganancia y la pérdida, irónicamente fue la ecuación que acompañó todas las negociaciones que intentaron modificar el desequilibrio entre el Brasil y el Paraguay.
Los alegatos paraguayos, eran considerados fuera del tratado y las imposiciones del Brasil ajustados al mismo.
La situación jamás varió, salvo el arrebato sentimental del Presidente Lula, que nos permitió mejorar la compensación.
El mismo quedó como un hecho de generosidad del Presidente, mas que como un hecho de reivindicación histórica, por el saqueo al que fuimos sometidos.
Voló el tiempo, los costos reales de la obra, los intereses del crédito y los sobrecostos se mantuvieron en un estricto secreto.
El próximo martes, se paga la última cuota de la obra que termina costando 63.500 millones de dólares.
Y me pregunto, debemos aceptar que esto quede así ?!
Cruzarnos los brazos y decir simplemente nos robaron ?!
No !
El mundo debe saber.
El mundo debe conocer.
Dónde y quién cometió el robo más grande la historia.
No espero nada de la clase política; ni brasileña, ni paraguaya.
Pienso que los paraguayos de bien puedan enviar este pensamiento a sus contactos y así reenviarlo al mundo.
Esto no es ninguna cruzada.
Es solo un grito.
Es un sueño.
Pleno de esperanza.
Y solo pretende llegar a ser el inicio de algo mágico y generar una nueva etapa en las futuras negociaciones sobre el Tratado de Itaipú.

Juan Carlos A. Moreno Luces
Domingo 26 de febrero, 2023