A días nada más de su habilitación, prácticamente ya no quedan los separadores en gran parte del trayecto de la bicisenda sobre la calle Palma, entre la calle Independencia Nacional y la avenida Colón. Los elementos que servían para advertir a los conductores de los límites del trecho para biciclos ya casi fueron arrancados en su mayoría.
Un tanto por el patoterismo que se vive en horario nocturno sobre la calle Palma y en partes del centro antiguo de Asunción, así como también el corto espacio que queda para que vehículos maniobren por la estrecha arteria, hacen que todos los días desaparezcan uno o más de estos elementos de señalización que limitan la bicisenda.
Luego de una caminata rápida por el sitio, se puede dimensionar la magnitud del daño a una obra que nada más hace pocos días fue acondicionada para su uso. Esto pese a la oposición de comerciantes que objetaron su instalación en una de las calles más estrechas de nuestra capital y que dificultaría el tráfico sobre la misma ocasionando transtornos a los comerciantes.
Si bien estos elementos son de plástico por lo que se aprecia, esto justamente hace que no sean elementos que sobrevivan por mucho tiempo y deben de tener un constante mantenimiento, tanto para repararlos si es que se da el caso o directamente cambiarlos cada vez que ocurre un “accidente” con los mismos.
Esto conlleva un gasto que obviamente debería de sumar para el proyecto, pero está visto que el recambio de este tipo en los separadores, se tendrá que hacer constantemente teniendo en cuenta el estado como se los encuentra en la actualidad a nada más que días de su habilitación al público.
El emprendimiento costó 800 mil dólares que fueron donados por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y actualmente, es administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
